Toxoplasmosis: conoce todo sobre esta enfermedad. Aproximadamente el 50% de las personas del planeta padecen o han padecido en algún momento de su vida esta enfermedad. Debido al elevado porcentaje, podríamos determinar que es una enfermedad bastante frecuente, sin embargo, no todas las personas que lo padecen o lo han sufrido en algún momento son conscientes de ello ya que los síntomas pueden ser muy leves y no darse cuenta de ellos. La forma clara de conocer si realmente estamos infectados por este protozoo es a través de un análisis de sangre donde se busque directamente si tenemos anticuerpos IgG o IgM. ¿Quieres conocer más sobre esta enfermedad?
No podemos conocer todas las enfermedades del mundo, además sería prácticamente imposible describiros en qué consisten todas y cada una y qué grupo de personas están más directamente en alerta dependiendo del tipo que sea. Sin embargo sí nos gusta enseñaros, recordaros o dar a conocer aquellos tipos de enfermedades que afectan no solamente a la mujer en general sino principalmente a la mujer embarazada. Por ello hoy conoceremos un poco más acerca de la toxoplasmosis.
¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa provocada por un protozoo denominado Toxoplasma gondii.
Esta enfermedad puede causar infecciones leves y asintomáticas. Por esta razón muchas personas no son conscientes de que la sufren y solamente es a través de un análisis de sangre específico donde conoceremos que somos portadores de la enfermedad.
¿A quién afecta?
Esta enfermedad puede producir infecciones mortales sobre todo, y principalmente, al feto. Como ocurría también con otras enfermedades como la listeriosis.
Sin embargo, las mujeres embarazadas y sus fetos no son los únicos grupos vulnerables ya que los recién nacidos, ancianos y personas con déficit de inmunidad también puedes padecerlo y sufrir sus graves consecuencias.
Síntomas de la toxoplasmosis
No siempre hay signos que indiquen que hemos contraído el parásito, ya que como hemos dicho anteriormente muchos síntomas son leves y solamente a través de un análisis de sangre específicos, en el que se busquen anticuerpos IgG o IgM, podremos saber tenemos la enfermedad.
En otras ocasiones, los síntomas aparecen entre 1 y 2 semanas después de haber contraído la enfermedad y pueden afectar al cerebro, pulmón, corazón, ojos e hígado.
Síntomas más comunes:
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Dolor muscular
- Dolor de garganta
- Inflamación de los ganglios linfáticos de cuello y cabeza
- Visión borrosa por la inflamación de la retina
- Convulsiones
¿Cómo se contrae esta enfermedad?
Pese a que se viene estableciendo que la transmisión de esta enfermedad se debe principalmente a los animales de compañía, esto no está del todo demostrado y no tiene base científica alguna.
Los alimentos crudos, en mal estado o alimentos contaminados que no estén bien preparados, es decir que no estén cocinados a altas temperaturas para matar cualquier bacteria protozoo o semejante.
También es muy importante, no solamente en la carne, que cuando vayamos a ingerir cualquier alimento lo hagamos habiéndolo lavado primeramente a conciencia. Si hay restos de cualquier elemento nocivo de esta forma podremos eliminarlo.
Los animales de compañía pueden infectarse, pero para ello tienen que haber ingerido primeramente la bacteria y esto no ocurre a menos que hayan comido algún alimento en mal estado. Si les alimentamos a base de pienso y no están en contacto con alguien o algo que tenga la enfermedad los animales por sí solos no la generan.
¿Cuáles son los riesgos de esta enfermedad para el embarazo?
Si una mujer embarazada ha sufrido la enfermedad anteriormente a la gestación del bebé, éste no correrá ningún peligro ya que la madre no se lo transmitirá. Sin embargo, el peligro se encuentra en que la madre, estando embarazada, contraiga la enfermedad. En este caso puede transmitírselo al bebé y provocarle la muerte.
Si la madre lo contrae durante los tres primeros meses de embarazo es muy probable que se lo transmita a su hijo y se pueda producir un aborto espontáneo durante los tres primeros meses o el nacimiento sin vida del bebé.
En caso de contraerlo durante el embarazo, y que no se produzca la muerte del feto o del bebé nada más nacer es muy probable que el pequeño sufra infecciones en ojos, bazo, hígado o problemas de neumonías, retraso mental, parálisis cerebral o/y otros trastornos.
Siempre que comamos algo, principalmente estando embarazas, por favor cocinadlo bien.