Los psicólogos aseguran que tener un amigo imaginario es algo normal entre los 3 y 5 años. Tanto es así que en torno al 65% de los niños de esta edad tienen uno. La razón de más peso nos la facilita la psicología, la cual nos alude a la febril imaginación de los pequeños. Sin embargo, en la sociedad suelen darse dos opiniones contradictorias: algunos consideran que el amigo imaginario es una especie de figura que sustituye a unos padres que suelen estar ausentes. Por el lado contrario, le da una función de apoyo y soporte que transciende de la familia, como un juguete al que se aferra el niño para consolarse en algunas ocasiones. Existen teorías extravagantes que argumentan que en realidad están viendo seres imperceptibles por el resto de personas y que sólo esos niños son capaces de ver. ¿Quieres saber qué hacer si tu hijo tiene un amigo imaginario? Te lo contamos.
No hay de qué preocuparseQue tu hijo tenga un amigo imaginario no es nada raro teniendo en cuenta de que el 65% de los niños en edad preescolar también lo tienen, por lo que no te preocupes. Este amigo desaparecerá según vaya creciendo, lo cual puede llevar meses o años dependiendo del niño en cuestión.
No los ridiculicesTen muy en cuenta que tu hijo percibe a ese ser como algo tranquilizador, e incluso como un auténtico amigo. Burlarse de él hará que tu hijo sienta que no lo apoyas y tenderá a aislarse con él. Lo mismo ocurre si humillas al niño diciéndole que su amigo no existe, e incluso descenderá su autoestima.
Habla con tu hijoPara entender cuál es la función que cumple el amigo imaginario debes sentarte a hablar con tu hijo. Quizá la imaginación del niño lo haya creado para llenar vacíos de la familia por diversas razones, como por ejemplo la ausencia prolongada de los padres por temas de trabajo. También es importante que no des por sentado que el amigo imaginario sea necesariamente causado por un malestar psicológico del niño, sino que en algunos casos son pura imaginación.
Cuidado con el aislamientoLa burla hacia su amigo imaginario o hacia el propio niño puede fortalecer la relación con su amigo imaginario, de manera que puede aislarse de sus compañeros y evitar cualquier forma de socialización. Si es tu caso, lo primero es tomar las cosas con calma, ya que todo tiene solución. Busca un profesional en la materia para que identifique el origen tanto del amigo imaginario como de las preocupaciones que rondan a tu hijo. ¡Verás como todo se soluciona!
¿Qué te ha parecido este artículo? Te recomendamos encarecidamente que conozcas los beneficios que la educación psicomotriz tendrá para tu hijo. Además, te animamos a que pases más tiempo con tu pequeño haciendo manualidades como los molinillos de papel o fantásticas figuras con pasta de sal.