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A partir de los seis meses, los bebés comienzan a probar nuevos alimentos con sabores y texturas extrañas para ellos. Es común que los pequeños sientan cierto rechazo en la primera toma de contacto, pero acostumbrarlos es sólo cuestión de paciencia. Te presentamos unos consejos sobre qué hacer cuando tu bebé rechaza nuevos alimentos.
Si buscas temas relacionados con la alimentación de tu bebé, te recomendamos que eches un vistazo a estas recetas para el destete del bebé y esta otra de puré con crema de leche y ternera.
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No tengas prisa
Lo primero que hay que hacer cuando tu bebé rechaza nuevos alimentos es, ante todo, tener paciencia. Las nuevas comidas deben incorporarse gradualmente, sin forzar en ningún momento al pequeño. Querer ir demasiado deprisa sólo hará que el niño se cierre a probar recetas diferentes. Lo mejor es ofrecerle muchos alimentos hasta encontrar los que le gusten.
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Prueba con pequeñas cantidades
Ofrecerles pequeñas cucharadas al principio es lo ideal para que se acostumbre al sabor. Si la primera vez no le gusta, no insistas: modifica o repite la misma receta otro día y vuelve a darle otra cucharadita. Cuantas más veces la pruebe, más probabilidad tendrá de aceptarla (por lo general, entre diez y quince veces ya la habrá aceptado). Más adelante, podrá aumentarse la cantidad.
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Aprovecha cuando tenga hambre
Un bebé con el estómago lleno estará menos dispuesto a probar nuevos alimentos. Lo mejor es ofrecerles las nuevas recetas cuando esté hambriento. Eso sí, no debes ceder hasta que, al menos, lo haya probado.
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No mezcles muchos alimentos
Una vez asimilados por separado, pueden mezclarse dos frutas o verduras, a las que puede incluirse yogurt natural o leche. Es importante que no se mezclen más de dos piezas, ya que combinar muchos sabores suele causar rechazo, y la macedonia es un buen ejemplo de ello.
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Descubre sus preferencias
Si tras muchos intentos sigue rechazando una comida, es porque no le gusta. Cada bebé tiene sus gustos y hay que descubrir cuáles son sus preferencias para hacer de su alimentación algo agradable.
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Del triturado al sólido
En ocasiones, los niños se adaptan a los sabores pero no a la textura de los alimentos. Aunque sólo aceptar triturados depende del estado madurativo del niño, no incorporar alimentos sólidos puede llegar a perjudicarles en el desarrollo de la musculatura o debilitarles los dientes, por lo que hay que prestar especial atención.
Un truco es reducir gradualmente el tiempo de triturado, de modo que pase de la papilla a una textura con trozos y, al final, a lo sólido. También es recomendable ofrecer fruta en láminas (no en trocitos) para evitar el peligro de asfixia.
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Comed en familia
Pasar tiempo con el bebé durante las comidas no sólo las convertirá en algo divertido, sino que despertará su interés por comer lo mismo que sus padres. Hacerles probar nuevos sabores debe convertirse en un juego de curiosidad, tal y como afirma el método Montessori.
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No te desanimes
Acostumbrarles a nuevos sabores puede resultar una tarea agotadora, pero el resultado vale la pena. Con el paso del tiempo comprobarás que tu pequeño irá adoptando una dieta variada y, sobre todo, saludable.
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