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El momento del parto es, sin duda, el más esperado para ver la carita del recién nacido. Un auténtico torrente de emociones, en las que influyen, y mucho, las hormonas revolucionadas en esta etapa. Sin embargo, hay algunas molestias que pueden hacer que las primeras semanas tras el parto la madre se sienta algo molesta. No obstante, se trata de molestias normales y asociadas al trabajo del parto, porque no podemos olvidar el sobreesfuerzo al que se ve sometido el cuerpo de la mujer durante el embarazo y el posterior parto. Vamos a ver cuáles son los más comunes y las mejores formas de tratarlos. [/multipage]
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1. Pérdidas de orina
Una molestia que puede generar incomodidad e, incluso, cierto pudor. Pérdidas involuntarias al toser o reírse, por ejemplo, como consecuencia de la incontinencia urinaria causada por la pérdida de tono del perineo. A partir de la primera semana tras el parto, conviene ejercitar la zona con ejercicios específicos. [/multipage]
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2. Pérdida de cabello
La tensión, las emociones y el estrés propio del nuevo papel de madre pueden derivar en la pérdida de cabello. Las hormonas también tienen parte de culpa, ya que los cambios físicos experimentados hacen que la salud del cabello se deteriore, perdiendo fuerza y acelerando su caída. [/multipage]
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3. Pérdida de sangre
Pérdida de sangre que va remitiendo, tornando a un color más claro, formada por el líquido mezclado con coágulos de sangre y restos de tejido. Es un proceso normal para eliminar tejidos y reconstruir el interior del útero. El sangrado puede durar de 20-40 días. Conviene ser muy cuidadosa con la higiene. [/multipage]
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4. Episiotomía
Después del parto, una de las posibles molestias es la causada por la denominada episiotomía, es decir, el corte hecho en la vulva para facilitar la expulsión del feto y que puede provocar sensación de tensión o dolor desagradable. Paciencia y una higiene correcta hasta que cicatrice la herida. [/multipage]
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5. Hemorroides
El estancamiento de la sangre en las venas de la pelvis (venas ilíacas) debido a la compresión ejercida por el útero durante el embarazo provoca la predisposición a las hemorroides. Incluso después del parto pueden causar molestias, picazón y ardor durante unos días. Para aliviar, cremas específicas y aplicar frío en la zona. [/multipage]