¿Por que las madres trabajadoras se estresan más que los padres? El estrés, propio de las preocupaciones y las responsabilidades como padres, no afecta de la misma manera, ni en la misma medida, a padres y madres. ¿Dónde radican las diferencias?, ¿a qué se debe que las madres sean más vulnerables al estrés? Vamos a ver algunos motivos que pueden dar respuesta a las preguntas.
Estrés madres trabajadoras
Conciliar la vida laboral y familiar no siempre es fácil, a lo que hay que sumar que, tradicionalmente, ha sido la mujer la que ha tomado las riendas del cuidado de los hijos y del hogar. Aunque afortunadamente la situación va cambiando y cada vez son más los padres que comparten las responsabilidades del hogar en igualdad de condiciones, las estadísticas son rotundas y dibujan todavía un panorama con asignaturas pendientes. Así, se constata que las mujeres siguen cargando con la mayor parte de las tareas del hogar y del cuidado de los niños. Según datos del Instituto de la Mujer, recogidos en el boletín Mujeres en Cifras, dedicado al uso del tiempo de mujeres y hombres, con especial referencia al cuidado del hogar y de la familia, casi el 92% de las mujeres ( 91,9 %) emplea tiempo en el cuidado del hogar y la familia, con una media de 4 horas y 29 minutos de dedicación. Entre los hombres lo hacen el 74,7 % y dedican casi la mitad de tiempo, dos horas y 32 minutos. Otro dato a tener en cuenta es que el cuidado de menores lo asumen en solitario el 33% de las mujeres frente al 2,19 % de los hombres.
Una curiosa investigación, realizada en 2013 en la Universidad Bar Ilan de Israel y posteriormente presentada en el encuentro anual de la Asociación Americana de Sociología, desveló que hombres y mujeres dedican un 30% de sus pensamientos a cuestiones familiares, pero no lo hacen de la misma manera, siendo las madres las que se ven afectadas por el estrés. El motivo es que las madres, al asumir más responsabilidades en el cuidado de la familia y del hogar, tienden a pensar en las cuestiones menos agradables lo que se traduce en emociones negativas.
Cuando la mujer, además de ejercer de madre trabaja fuera de casa, las tareas domésticas se convierten en un trabajo extra. Sobrecarga que, lógicamente, hará más vulnerable a la mujer a padecer estrés. Si además la mujer tiene un trabajo con una carga de responsabilidad, no siempre es fácil desconectar al llegar a casa y dejar los problemas laborales fuera del hogar.
Hay otro factor a tener en cuenta, y es que en cuestión de salud hombres y mujeres no somos iguales. Una de las diferencias precisamente la encontramos en la mayor vulnerabilidad de la mujer a padecer estrés, sobre todo motivado por los cambios hormonales.
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