La separación y el divorcio no solo es un cambio en la vida que implica emociones hasta ahora quizá desconocidas y que, de la misma manera que afecta a los adultos, también influye en los niños. Por supuesto, cada separación o divorcio tiene su historia particular, de la misma manera que cada niño tiene su propio carácter y una forma diferente de hacer frente a las situaciones. En cualquier caso, la separación de los padres es un evento traumático para la vida de cada niño. Lógicamente, los padres que no se llevan bien no tienen ninguna obligación de permanecer juntos por los niños. De hecho, puede que no sea la mejor solución si esto se traduce en que los niños son conscientes de la mala o escasa relación entre los padres. Obviamente, cada relación es un mundo y son los padres, como adultos, los que deben decidir que es lo mejor para sus hijos. Vamos a ver algunos consejos que nos pueden ayudar a entender mejor esta situación difícil.
Qué significa para los niños la separación de sus padres Después de pensarlo detenidamente y reflexionar sobre todas las soluciones posibles, los padres han decidido separarse. ¿Qué supone esta decisión para los hijos? La separación y el divorcio pueden ser experimentados por los niños como la destrucción de su mundo. El despertar por la mañana a una hora determinada, tomar el desayuno de cierta manera, comer e ir a dormir de acuerdo con un cierto ritual, son las pequeñas cosas que le dan la seguridad para los niños. Una separación o un divorcio conducen inevitablemente a la interrupción de estos hábitos y afectan, por tanto, al mundo del niño. La responsabilidad de un padre es ser sincero con sus hijos, evitando ocultar la realidad y explicando de manera cariñosa y sosegada lo que está sucediendo.
¿Cómo manifestan el dolor los hijos de padres separados? Las reacciones pueden ser diferentes, sin embargo, aunque su reacción sea de dolor y rabia, se debe dejar al niño expresar sus emociones, aunque a veces nos pueda resultar difícil.
¿Cuándo intentar mantener la relación? Las crisis son inevitables en la vida de toda pareja. Los retos de cada día, los niños, el trabajo, la carrera y la vida personal, a veces pueden llegar a interferir en la relación de pareja. ¿Podemos arreglar la situación y encauzar la relación de pareja? Sobre todo cuando hay niños, la decisión debe ser ponderada con inteligencia y de manera tranquila. Cada pareja tiene su propia historia, pero algo muy importante es si todavía existe amor y si los retos y aspiraciones de la vida siguen siendo los mismos. Los niños, aunque no son la única razón, son una de las mejores para reavivar la relación.
¿Cuándo es mejor optar por la separación? Si la relación de una pareja implica peleas, desavenencias y problemas en el día a día cotidiano, es probable que haya que considerar la posibilidad de una separación. Si bien es cierto que hay que tratar de permanecer juntos por el bien de los niños, es igualmente cierto que las constantes peleas y la tensión no harán sino empeorar una situación irrecuperable. Sin duda para los niños la separación es un trauma que debe ser tratado con cuidado, pero también puede llegar a serlo el convivir en un hogar con una relación de pareja conflictiva.
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