Desde que son pequeños, incluso desde que están en el vientre materno, los expertos aconsejan escuchar música, una auténtica panacea, tanto para adultos como para niños. La música no solo relaja y eleva la sensación de bienestar, sino que es una herramienta educativa muy valiosa para mejorar habilidades intelectuales y cognitivas. La música ayuda a reforzar la memoria, la concentración y la creatividad, entre otras. La música es una auténtica bendición para el desarrollo de sus capacidades cognitivas .
Música y niños La música es un valioso estímulo para el crecimiento y desarrollo del intelecto del niño. Por ahora se sabe, por ejemplo, que es beneficioso que la futura madre deleite sus oídos y los del futuro bebé dede los primeros meses de embarazo con las piezas más famosas del repertorio de los grandes maestros de la música internacional, desde Beethoven a Mozart, de Bach a Chopin.
Según un estudio reciente, llevado a cabo por un grupo de investigadores del Instituto McMaster para la Música y la Mente, la mejor estrategia para entrenar el cerebro al sonido de las pequeñas notas con clases adaptadas a los más pequeños. Para que el bebé comience a familiarizarse con los sonidos y ritmos, podemos utilizar instrumentos de percusión o palmas. Gracias a la participación activa en las clases de música, los niños mejoran sus capacidades cognitivas y comunicativas, y comienzan a desarrollar el sentido del ritmo mientras se divierten.
Cuando son mayores, a partir de sus preferencias, podemos proponerles el estudio de un instrumento, que puede ser el piano, la guitarra o el violín. El estudio de la música, de cualquier forma ayuda al niño a asumir la responsabilidad de seguir una disciplina y mejorar su sentido del ritmo. La música también ayuda desarrollar mejor sus emociones, aprender a escuchar y escuchar con más atención y empatía .
Según algunos expertos, no solo aprender a tocar un instrumento, sino también escuchar a los clásicos puede tener un efecto beneficioso sobre la materia gris cerebral. En particular, Glenn Schnellenberg, psicólogo estadounidense, defiende que los niños, gracias a la música, desarrollan coeficientes intelectuales más altos que con cualquier otra actividad que se realice después de la escuela.
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