¿Eres una madre helicóptero? Proteger a nuestros hijos es, lógicamente, lo más importante como padres, pero también es fundamental hacerlo en su justa medida, ya que la sobreprotección puede resultar dañina para su desarrollo emocional, su confianza, autoestima y seguridad. La protección de los hijos es un acto intuitivo, tal y como subrayan los expertos en psicología infantil, pero a medida que el niño crece hay que invertir el proceso y promover su autonomía. Como padres, nuestro papel será brindar al niño las herramientas para que desarrolle sus capacidades y habilidades, por ejemplo no haciendo las cosas que puedan hacer ellos y proponerle pequeñas tareas cada día, como preparar su mochila o empezar a vestirse solo. Sin embargo, algunos padres convierten esa protección en sobreprotección, precisamente lo que mejor define a las madres y padres helicópteros, lo cual puede interferir en el desarrollo de las habilidades sociales del niño.
¿Cómo saber si eres una madre helicóptero?
El deseo constante de tenerlo todo bajo control lleva a las mamás helicóptero a tratar de adelantarse a sus necesidades, e incluso a asumir las tareas del niño, con gestos como llevar su mochila del colegio, vestir a los niños cuando ya tienen edad para hacerlo solos y, en algunos casos, a hacer sus deberes. En la mayoría de los casos lo que subyace detrás de la sobreprotección, un fenómeno cada vez frecuente en nuestra sociedad, es el miedo. Miedo a que le pase algo en cualquier momento, a que se pueda equivocar o a que se sienta frustrado. Sin embargo, este comportamiento, lejos de ser positivo, priva al niño de algo tan importante como la independencia y la autonomía. La sobreprotección aumenta el miedo, la inseguridad y la desconfianza en los niños.
El término padres helicópteros no es nuevo, ya que fue acuñado en la década de 1980 en Estados Unidos, para definir a los padres que constantemente sobrevuelan y controlan cada movimiento de sus hijos, incluso cuando son adolescentes y adultos. Una obsesión por la seguridad y el bienestar del niño. Recuerda que, para que tu hijo sea él mismo, también tienen que aprender a equivocarse. No podemos marcar su camino, solo ayudarles en la tarea de crecer y de enfrentarse a los retos de las vida.
También te puede interesar: El Síndrome de Burnout en madres: ¿qué pasa cuando no puedes más? y descubre las 5 razones por las que no ser una madre perfecta.