Hijos, hermanos… ¿importa el orden de nacimiento? Según los expertos, sí. Ser el hermano mayor o el menor influye en el carácter y la personalidad y, al mismo tiempo, en la educación y el desarrollo.
¿Hermano mayor o hermano menor? Puede parecer que no hay diferencias, pero lo cierto es que, y según apuntan muchos expertos, puede haber un abismo entre las personalidades de dos o más hermanos en función de su orden de nacimiento. ¿Influye también en el comportamiento de los padres hacia los hijos? Vamos a ver algunos ejemplos de cómo puede influir en la personalidad y el carácter el orden de nacimiento. Dime qué numero de hijo o hermano eres y te diré quién eres.
Influencia de la personalidad El orden de nacimiento determina el papel que el niño tendrá de la familia. Ser el hermano mayor o el menor puede influir, de manera positiva o negativa, en la personalidad. ¿Qué rasgos distinguen el carácter del hermano mayor, el hermano mediano o el hermano pequeño?
El hijo mayor El hijo mayor, el primero de los hermanos y hermanas, de acuerdo con algunos expertos, y dibujando un perfil genérico, tiene una personalidad particularmente inteligente. No solo fue el primero de la casa, sino que además tuvo la opción de recibir en exclusiva la atención de sus padres, y también de ver sus intentos, miedos y ansiedades como padres primerizos. El hermano mayor suele ser una persona responsable, atenta, perfeccionista y ambiciosa. En ocasiones, pueden sentirse más identificados con sus progenitores, tendiendo por ejemplo a seguir sus pasos en el terreno profesional.
El segundo hijo o el mediano Recibe menos presión que el hermano mayor, lo que le hace sentirse más libre para experimentar y buscar su lugar en el mundo. El segundo hijo, que además tiene un hermano pequeño, suele tener una personalidad flexible, cooperativa y complaciente. Una persona amable, afectuosa, atenta y a la que le gusta estar con sus amigos. Suelen tener buena capacidad de negociación.
El tercer hijo o el pequeño El hermano más pequeño suele ser el más astuto, sabedor de que su encanto le permite ganarse sin problemas la atención y el afecto del resto, incluidos sus hermanos mayores. Más libre e independiente, suelen ser creativos e imaginativos, dotes que les hacen buenos candidatos para las carreras y profesiones artísticas.
Hijo único Lógicamente, en este caso se rompe el orden de nacimiento. Pero ser hijo único también influye en el desarrollo de la personalidad. Así, según la opinión de los expertos, los niños que no tienen hermanos suelen ser especialmente maduros e inteligentes, sobre todo por la mayor compañía de los adultos. También suelen mostrarse más seguros de sí mismos, autónomos e independientes.
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