Embarazo: Si eres fumadora, toma vitamina C. Nutriente que, según señalan los expertos, ayuda a prevenir los problemas pulmonares en los recién nacidos de madres fumadoras. Un tratamiento tan sencillo como efectivo y, sobre todo, de bajo coste. Aunque lógicamente el mejor consejo es dejar el hábito del tabaco, no siempre es fácil, por lo que se persigue es buscar la alternativa para reducir los efectos del tabaco sobre la salud del futuro bebé.
Prevenir el impacto del tabaco en el recién nacido. Es el objetivo de un tratamiento sencillo, con la vitamina C como protagonista, y que tal y como ha constatado un estudio presentado en el encuentro anual de la Academia de Sociedades de Pediatría de Estados Unidos, permitiría reducir los efectos perjudiciales del tabaco en los bebés de madres fumadoras. En concreto, la vitamina C ayudaría a reforzar la salud respiratoria de los recién nacidos. Y esto se logra al mejorar la función pulmonar del recién nacido y evitar las sibilancias durante los primeros doce meses de vida.
El estudio sobre la influencia de la vitamina C en el embarazo contó con la participación de más de 150 mujeres embarazadas –todas ellas se encontraban en las veinte primeras semanas de gestación- y que lograron dejar el tabaco durante el embarazo, así como un grupo de mujeres embarazadas no fumadoras. De manera aleatoria se distribuyó a las mujeres en dos grupos. A uno de ellos se le administró una cápsula de vitamina C (500 miligramos) al día. Al otro grupo, se le administró un placebo con una vitamina prenatal. De igual manera que las mujeres desconocían qué había en la cápsula que estaban tomando, tampoco lo sabían los investigadores.
Una vez que las madres dieron a luz, a las 48 horas se valoró la función pulmonar de los bebés. Valoración en la que se tuvieron en cuenta, entre otros factores, si el bebé respiraba dentro y fuera, cómo tenía los pulmones y con qué facilidad se movían. De esta manera se constató que los bebés de madres fumadoras y que durante el embarazo tomaron vitamina C presentaban una mejora notable de la función pulmonar en comparación con los bebés de las madres que habían tomado placebo. Las mismas conclusiones se extrajeron cuando durante el primer año de vida se comprobaron y documentaron los síntomas respiratorios, como sibilancias, que presentaban los niños de madres fumadoras. En los casos en los que estaba presente la vitamina C los episodios de sibilancias fueron menos frecuentes (el 21% de los niños del grupo de vitamina C tuvo al menos un episodio frente al 40% de los niños del grupo de placebo).
Otro de los datos a tener cuenta es que solo el 13% de los niños de madres fumadoras, pero que habían tomado vitamina C durante el embarazo, necesitaron tomar medicación para el tratamiento de las sibilancias, frente al 22% de los niños de madres fumadoras que tomaron placebo. En el caso de las madres no fumadores el porcentaje de niños se reduce al 10%.
Aunque como hemos señalado el mejor consejo, y la mejor decisión para nuestra salud y la del futuro bebé, es dejar de fumar, no siempre es posible, por lo que es importante encontrar soluciones, y la vitamina C puede ser un buen aliado.
Y no solo se ha hablado estos días de vitamina C en relación al embarazo. Porque otra manera de fortalecer la salud del futuro bebé es con la práctica de ejercicio físico, el cual protege y favorece el desarrollo del corazón fetal, tal y como ha señalado la Fundación Española del Corazón. El consejo, practicar ejercicio aeróbico de manera moderada y constante y bajo supervisión médica.
