¿Qué hacer cuando el bebe llora en la guardería? En la mayoría de los casos, ir a la guardería significa separarse de mamá y papá, una nueva situación que le puede generar inseguridad al estar lejos de casa. Es, por lo tanto, una reacción normal y una situación a la que, con paciencia, se puede poner solución.
El llanto del bebé El llanto del niño, especialmente durante los primeros años de vida, es su principal forma de comunicación, la más potente y eficaz con la que cuenta. El llanto, por lo tanto, es normal durante esta primera etapa del desarrollo, transmitiendo tanto sus emociones, como sus sentimientos y necesidades. A medida que crece, el bebé llora de diferentes maneras y con diferentes propósitos: puede ser síntoma de un malestar, la estratagema para atraer la atención de los padres o de un capricho, por ejemplo.
Cuando llora en la guardería Como norma general, pueden darse dos posibles situaciones. El niño llora porque acaba de comenzar a asistir a jardín de infancia o, por el contrario, el niño comienza a llorar cuando ya ha acudido un tiempo a la guardería. Dos casos diferentes que merecen un enfoque distinto. Cuando llora por desapego de los padres y por estar fuera de casa, con los días se irá dando cuenta de que la guardería también es un lugar seguro y en el que además puede jugar y estar con otros niños de su edad. Sin embargo, cuando el llanto no responde a esta situación, hay que seguir indagando en las posibles causas que lo provocan, con la ayuda de profesores y hablando con el niño, ya que puede tratarse de algo trivial, pero también puede haber una situación más grave.
Consejos para los padres Entre los consejos para consolar al más pequeño, cuando se trata de su primera experiencia lejos de sus padres, no hay que culpar nunca al niño de sus lágrimas, sino hablar con él, escucharle y asegurarle que no tiene nada que temer. De igual manera, hay que evitar las comparaciones con sus hermanos o amigos, ya que cada niño reacciona de una manera diferente y puede, simplemente, que él sea más sensible o necesite sentirse más protegido. Hay que tener en cuenta la personalidad de cada niño. También conviene dedicar al niño la mayor atención posible cuando está en casa, por ejemplo, organizando una tarde juegos o de actividades con toda la familia, para que vea que su nueva etapa en la guardería no implica ningún cambio en casa.
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