Aunque amamantar es lo más natural, también puede ser sinónimo de molestias y dolor en el pecho para la madre. ¿Qué hacer? No es una pregunta banal, sino todo lo contrario, y especialmente en el caso de las madres primerizas. Sí hay que señalar que, de la misma manera que es un trastorno más frecuente de lo que pensamos, en la mayoría de los casos también es transitorio.
Posibles causas El origen del dolor, cuando la mama, además de dolorida también está dura, hinchada y caliente, con problemas de fuga o derrame de la leche, puede estar en una congestión mamaria. Un trastorno frecuente que no es más que la inflamación de la mama demasiado congestionada.
En otros casos, el dolor puede ser un síntoma de la denominada mastitis, una inflamación localizada donde el dolor se acompaña de un marcado endurecimiento de la zona, enrojecimiento y la piel brillante. Estas son las principales causas, si bien no hay que subestimar algunos factores de riesgos, como el estrés y la fatiga, una dieta desequilibrada, y especialmente rica en grasas, un sostén demasiado apretado, la presencia de leche en cantidades mayores que las que el bebé mama o la lactancia demasiado intermitente.
Prevención y tratamiento Lo más importante es conocer la causa que provoca el dolor en el pecho durante la lactancia y, a partir de ahí, controlar los factores desencadenantes para prevenir estos molestos trastornos. Un dolor que puede interferir con la lactancia materna e, incluso, disuadir a la madre de dar el pecho.
Para evitar la acumulación de leche en el pecho, evitando la congestión de los senos, podemos recurrir a la lactancia a demanda, es decir, dar de mamar al bebé cuando quiera y sin limitaciones de tiempo y horarios. Otra opción es sacar el exceso de leche, con más frecuencia, mediante el uso de un extractor de leche.
Además de los buenos hábitos durante la lactancia materna (cuidando la alimentación, entre otros), en caso de molestos síntomas, hay algunos remedios útiles. Podemos aplicar calor en los pechos antes de dar de mamar al bebé, para una mayor relajación y para facilitar la liberación de la leche sin mayores contratiempos. O los masajes en las partes doloridas, que se llevarán a cabo con movimientos delicados y circular sobre toda la superficie de la mama desde los lados hacia el centro.
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