Todas imaginamos el trago amargo que supone todo divorcio, pero sin duda lo peor es saber que nuestro hijo va a pagar con las consecuencias de todo. Si la separación se ha realizado pacíficamente puede que el pequeño sea capaz de llevarlo mejor, pero lo más común es que los padres rehúyan entre sí, perjudicando más al menor. Si quieres que tu hijo salga sano y salvo de este trance, no te pierdas los 5 consejos para tener una separación sana y llevar una buena coparentalidad.
1. Dejadlo todo hablado
Sabemos que no es fácil, pero tanto antes como durante el proceso de divorcio deberéis hablar sobre qué vais a hacer para que vuestro hijo reciba los mínimos daños colaterales posibles. Lo mejor es tratar de crear un horario, aunque sea a grandes rasgos.
2. Buscad alternativas de comunicación
Hablar directamente el uno con el otro es fundamental para conseguir lo mejor para ambas partes, pero en algunos casos no soportarás hablar con tu ex y quedar en persona no siempre será una buena idea. Lo ideal es que hagáis uso de las nuevas tecnologías y os comuniquéis a través de WhatsApp o por correo electrónico, e incluso podéis hacer un calendario y notas compartidas con las aplicaciones de Google. Todo estará mucho más controlado y no tendréis que pasar el trago de hablar en persona con el otro.
3. Id con actitud positiva
Pedir las cosas de malas formas no sólo empeorará la situación, sino que vuestro hijo tendrá que presenciar cientos de discusiones y momentos realmente tensos porque vosotros no os aguantáis. Esto no sería grave si fueran dos personas cualquiera, pero tened en cuenta que sois sus padres, dos figuras muy importantes para él.
4. No os controléis
Aunque vuestro hijo os une, vuestros caminos se han separado. No trates de pensar en qué habrá hecho para llegar tarde o con quién está saliendo actualmente, ya que todo eso lo reflejarás en tu hijo. Lo mejor es que te centres en mantener conversaciones que involucren únicamente a tu pequeño.
5. Tened una comunicación sana
Debes pensar siempre que tu hijo necesita tanto tener un padre como tenerte a ti como madre, por lo que hablarle mal de tu ex provocará que pierda una de las figuras más importantes para él. Puede que al principio el pequeño no pueda apreciar lo que pasa, pero cuando crezca ten por seguro que estará muy agradecido de que sus padres hayan tenido la paciencia y la fortaleza para permitirle disfrutar de ambos sin crear un mal ambiente.