Convivir con niños hiperactivos: 10 consejos

Bajo las siglas TDAH se identifica el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. ¿Cómo mejorar el bienestar y el desarrollo de los niños hiperactivos? Vamos a ver 10 consejos básicos dirigidos fundamentalmente a los padres para mejorar la convivencia con niños hiperactivos.

No siempre es fácil de diagnosticar, pero el trastorno por déficit de atención e hiperactividad se puede y se debe tratar. Tratamiento que no consiste únicamente en un proceso farmacológico y psicológico, sino que también es importante utilizar las herramientas educativas para mejorar la calidad de vida de los niños hiperactivos. Adoptar una serie de pautas ayudará a mejorar la convivencia y el trato diario.

Niños con hiperactividad: pautas básicas para el día a día

¿Cómo favorecer el desarrollo de los niños con hiperactividad? Vamos a ver una serie de pautas o consejos que servirán de ayuda a los padres:

Establecer una reglas: Premiar y explicar las consecuencias de determinados comportamientos.
Establecer un plan de tareas: Es mejor dividir las tareas en pasos, supervisando su ejecución y ayudándole a corregir los errores.
Revisar las tareas: Es aconsejable enseñarle a revisar sus tareas, como los deberes o la obligación de recoger los juguetes o su habitación, para que se acostumbre a hacerlo.
Ayudarle a entender el tiempo: enseñar al niño a utilizar un reloj o cronómetro para que sepa cuánto tiempo debe dedicar a cada tarea, distribuyendo el tiempo previamente. Es bueno colocar un calendario y el horaroi de actividades en un lugar visible para el niño.
Fomentar la motivación: Animar y cuidar la autoestima del niño, favoreciendo su superación personal.
No prestar atención a determinadas conductas: lo que se conoce como el modelo de extinción de conductas, y que consiste en no prestar atención, y sobre todo no reforzar, aquellas actitudes o comportamientos que no queremos que se repitan.
Favorecer el orden: Es importante mantener el orden en la casa, fijando de antemano espacios para guardar las cosas, sobre todo las del niño. Por ejemplo, los abrigos en el armario y no en el perchero de entrada o los juguetes en su caja y no en las estanterías.
Fijar horarios y rutinas: Es aconsejable realizar cada día las mismas actividades y sin alterar el orden o los horarios, de tal manera que el día a día sea estable y predecible, en la medida de lo posible.
Evitar los ruidos: Es importante que el niño disponga de su espacio, para estudiar o para jugar, ordenado, limpio y sin ruidos o distracciones (televisión, por ejemplo). En la mesa, colocar el material escolar que necesite. Es aconsejable que la zona de estudio esté lo más alejada de las zonas de más tránsito o ajetreo.
Llevar una agenda: Regalar al niño una agenda para que anote sus tarea, de esta manera le ayudaremos a planificar sus horarios y su estudio.