Cada vez son más los niños que tienen algún problema de visión, si piensas que tu hijo o hija podría ser uno de ellos, es importante llevarle al oftalmólogo para que determine si necesita el uso del gafas. Si es así, es necesario seguir estos consejos para saber cómo elegir las mejores gafas para que los más pequeños de la casa se sientan cómodos.
Elegir las gafas para un niño
La enfermedades de la vista de carácter hereditario son el principal motivo por el que un niño pueda necesitar lentes, pero a eso hay que añadir el uso excesivo de aparatos electrónicos y la falta de luz solar. Si detectas que tu hijo tiene algún problema de visión, ya sea para ver de lejos o de cerca, debes llevarle a un especialista para que lo valore y pueda adaptar las lentes a su visión para esté cómodo y seguro. Algo importante ya que los oftalmólogos advierten que la mitad de los niños tienen problemas de visión sin diagnosticar. Veamos a continuación cómo elegir las gafas adecuadas para un niño:
- El diseño. El diseño va a depender de los gustos del niño y de los padres, pero lo que hay que tener claro es que debe prevalecer la comodidad. Elegir un diseño adaptado al rostro del niño es esencial.
- Las características. Deben ser unas gafas que se ajusten al tamaño de la cara del niño. Ni más grandes ni más pequeñas, piensa que van a pasar muchas horas con ellas al día por lo que deben integrarse en su rostro de manera perfecta.
- Los materiales. Al tratarse de niños pequeños, el material que más recomiendan los expertos es el plástico, la pasta o la silicona. Son ligeros y flexibles, perfectos para evitar que lastimen su rostro ante una caída.
- Si practica deporte. Hay que tener especial cuidado en no escoger una gafas rígidas si tu hijo las va a llevar mientras está haciendo algún deporte. Deben ser resistentes para soportar los golpes pero flexibles para que no dejen marca alguna en la cara del pequeño si se cae con ellas puestas.
- Los colores. Aquí lo mejor es dejar que ellos elijan. No siempre es fácil para un niño saber que va a tener que usar gafas muchas horas al día, por lo que si dejas que escoja el color se sentirá más motivado.
Por último hay que añadir que lleva un proceso de adaptación hasta que el niño o niña se ha acostumbrado a usar gafas. Lo más recomendable es explicarle de forma sincera por qué tiene que llevarlas y en qué le va a beneficiar. Dejarle su espacio para que se familiarice con ellas estando a su lado y mostramos apoyo. Una vez que esta etapa ya ha pasado, hay que hacerle ver al pequeño que él es el responsable de sus gafas, por lo que debe estar pendiente si las debe llevar al colegio o cualquier otro sitio, siempre dentro de un ambiente de confianza y comprensión.
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