No hay ninguna duda de que lo más importante para una madre es el bienestar de su hijo y que haría lo imposible por conseguir su felicidad. Pero muchas veces nuestro afán por protegerlo del fracaso o de los peligros del exterior tiene repercusiones negativas en ellos, las cuales inciden directamente en su capacidad de afrontar los problemas por sí mismo. Si crees que eres una de estas madres, tienes que conocer las consecuencias de la sobreprotección infantil.
Le haces ser dependiente
Resolver todos sus problemas hará que no sepa cómo actuar cuando se vea solo frente a una situación difícil. Lo peor de todo es que verá como otros niños de su misma edad sí son capaces de resolverlos y salir airosos sin ayuda de nadie, por lo que comenzará a sentir que es inferior al resto y desarrollará estrés y ansiedad ante los nuevos retos.
Le creas problemas de autoestima
Al ver que no es capaz de resolver problemas por sí solo se infravalorará, por lo que su autoestima y seguridad irán en descenso según pase el tiempo. Además, la sobreprotección hará que adquiera una personalidad algo egocéntrica, y cuando perciba que el resto no le presta atención se deprimirá o enfadará.
No celebrará sus logros
Si de pequeño le ayudas siempre a obtener los objetivos que se marca, el orgullo de haberlo conseguido él sólo desaparecerá por completo. Considerará que ganar es algo que se debe hacer porque sí y no reportará ningún tipo de alegría para él.
Alimentará sus temores
Repetirle una y otra vez que no haga una determinada acción porque puede pasarle algo malo, provocará que desarrolle más miedos que el resto de niños, como puede ser conocer a gente nueva por si le traicionan o, incluso, viajar en autobús por si se tiene un accidente. Además, muchas madres también le ocultan cosas que pueden hacerle sufrir pero, cuando llega el inevitable momento en el que las descubre, hará que vea el mundo como un lugar horrible.
Dejará de importarle el resto de personas
Durante los primeros años de su vida todo ha girado en torno a su bienestar, su educación, sus preferencias, lo que es bueno para él… por lo que poco sabrá acerca de la empatía o los problemas que puedan tener otras personas y sólo se centrará en lo que le han enseñado que es lo que importa: él mismo.