La piel de los bebés es una de las más admiradas de todo el mundo por su extrema suavidad, pero a veces podemos encontrar que también sufren algunos problemas que pueden resultar muy incómodos para ellos. Uno de los más frecuentes es la irritación, y es que puede que uno de nuestros hábitos pueda estar causándole este problema. Te contamos cómo evitar la irritación de la piel en el recién nacido.
Causas de la irritación de la piel en el recién nacido
Con apenas unos días de edad, el cuerpo del bebé está más expuesto que nunca a los nuevos agentes externos que van a convivir con él durante toda su vida. No obstante, en este proceso de adaptación es muy habitual que surjan problemas tales como la irritación o enrojecimiento de la piel, especialmente en los pliegues del cuerpo.
Pero, ¿por qué en los pliegues? Se debe principalmente a que es en estas zonas donde existe una mayor acumulación de sudoración, por lo que el calor y la humedad aumentan, provocando el enrojecimiento o, si no se trata a tiempo, una infección por hongos. Es precisamente en los recién nacidos más gorditos donde suele aparecer con mayor frecuencia este problema al contar con más pliegues en el cuello y en otras partes de su cuerpo; pero también en el culito y genitales del bebé.
¿Cómo evitar la irritación?
1. Seca su piel tras el baño
Ya que el origen del problema es la humedad, lo primero que debemos hacer es procurar que la zona esté siempre lo suficientemente seca para que no surja una irritación. Uno de los momentos clave para hacerlo es justo después del baño habitual. Asegúrate de secar muy bien todo su cuerpo, pero haz hincapié los pliegues en el cuello, la parte interna de los codos y las rodillas, los dedos y el culito.
2. Cámbiale el pañal lo antes posible
Ve revisando si el pequeño tiene el pañal mojado o sucio para cambiárselo de inmediato. Esto es muy importante, ya que hay padres que lo dejan durante más tiempo por ahorrar sin tener en cuenta que nuestra piel no es como la suya, por lo que acaba derivando en dermatitis del pañal.
3. No le aprietes el pañal
Muchas veces tendemos a ponerle el pañal un tanto justo para que no se le mueva, pero eso hace que el aire no circule y aumente la temperatura, lo que deriva en más humedad y una posible irritación. Procura dejarlo sujeto pero holgado para que el aire pueda entrar y salir.
4. Lava la ropa correctamente
No lavar la ropa del bebé correctamente no solo hace que podamos utilizarla durante menos tiempo, sino que también puede causar enrojecimientos. Ten en cuenta que los bebés no sudan como los adultos, por lo que no será necesario que utilices suavizantes o perfumes con él. La mejor opción es utilizar únicamente un detergente de calidad indicado para estos casos.
5. Dale el pecho
La leche materna tiene muchas ventajas, y entre ellas encontramos la de aportarle las defensas necesarias para evitar infecciones. Por supuesto, esto no quiere decir que nunca vaya a tener una irritación, pero lo cierto es que estará mucho más protegido.
¿Y si ya tiene la piel irritada?
Si tu bebé ya tiene la piel irritada deberás seguir todos los pasos anteriores a rajatabla, pero también utilizar una crema adecuada para aliviarle el malestar. Pero eso sí, como no hay mal que por bien no venga podrás identificar la causa de la irritación. Si no recuerdas que hayas hecho nada mal de lo anteriormente mencionado puede debido a que un alimento le está provocando esta irritación, por lo que es conveniente que acudas a la consulta del médico de cabecera.
¿Qué te ha parecido este artículo? Te recomendamos que también eches un vistazo a los remedios naturales para tratar la piel seca en el recién nacido.