La ciencia afirma, los niños que mienten a una edad más temprana son más inteligentes y tendrán más éxito en la vida. Te contamos todo sobre el estudio científico que afirma el por qué de las mentiras de los más pequeños de la casa.
Niños pequeños que mienten son más astutos
«No hay que decir mentiras y menos a los padres«, ¿cuántas veces le has dicho esto a tus hijos? ¿Cuántas veces le has descubierto mintiendo? Nadie debería mentir, eso está mal y es un indicativo de que alguien quiere sacar beneficio de otro… O no, quizás mentir sea un signo de inteligencia. La reciente investigación realizada por el Instituto of Child Study de la Universidad de Toronto, viene a decir que los niños que dicen mentiras, sobretodo a una edad temprana, tienen más posibilidades de tener éxito en la vida.
Es común pensar que todas las mentiras son malas, pero cuando son los niños los que mienten, es un indicador de inteligencia. Esto es porque se requiere inteligencia para resolver el dilema de si se debe mentir o no, por lo que cuanto más pronto un niño comienza a mentir, más inteligentes es. El director de dicha investigación, el Dr. Kang Lee, afirma además que esto puede significar que los niños llegarán a ser banqueros o políticos y añade que no se bede incentivar la mentira en ningún caso, tan solo dejar de verla como un hecho tan terrible y analizarla en cada caso, ¿por qué ha mentido? ¿Qué quería conseguir? ¿Ha perjudicado a alguien?
Decir cosas que no son verdad ayuda a los menores a desarrollar una función concreta en su cerebro, lo que les da la capacidad de saber la verdad, pero mantenerla a salvo en su mente para resolver un determinado problema de otra manera.
Los menores que mienten son más inteligentes
Tenemos entonces que los niños que mienten a un edad bien temprana son más inteligentes, por lo que debemos dejar de verlo como un hecho malo. Si lo piensas bien, la mayoría de los adultos nos consideramos justos, honestos y sinceros y sin embargo las pequeñas mentiras forman parte de nuestra vida; no las mentiras que se dicen con el fin de manipular ni perjudicar, sino las que conocidas como «mentiras piadosas». DePaulo, profesor de la Universidad de Virginia, afirma que; «Las mentiras cotidianas son realmente parte del tejido de la vida social«. Y añade a su vez que mientras que algunas mentiras son egoístas y manipuladoras, la mayoría sólo ayudan a suavizar las situaciones incómodas o desagradables y a proteger los sentimientos de nuestros seres queridos.
Mentir pues, es a menudo un indicador de éxito futuro; muchos adultos dicen pequeñas mentiras para promover su éxito personal, especialmente si se encuentran en una situación comprometida. Por lo que si tu hijo o hija miente con el fin de que su compañero sea castigado por algo que no hizo, hay que hablarle y explicarle las cosas; si lo hace por no dañar, porque no le regañes y es capaz de guardar la verdad para sí mismo, tranquilo, es un buen indicador.
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