¿Cómo hacer que los niños aprovechen mejor el verano? Los campamentos son, sin duda, una de las mejores alternativas para que los niños puedan desarrollar diferentes actividades y, al mismo tiempo, hacer nuevos amigos y vivir novedosas experiencias. Los campamentos ya de por sí resultan beneficiosos para el desarrollo y crecimiento de los niños, como el aprender a relacionarse con personas de diferentes edades, estimular su autonomía y el respeto hacia los demás. Pero, ¿cuál elegir?, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de seleccionar el campamento de verano de nuestros hijos? Vamos a ver, a continuación, las claves que debemos tener en cuenta para acertar con la elección.
La edad ¿A qué edad es bueno enviar a los niños de campamento? Cuando son muy pequeños (a partir de los 3 años) es mejor optar por un campamento urbano (actividades durante el día), y será, de media, a partir de los 8 años cuando ya nos podemos plantear el llevarles a un campamento de verano (ya tienen que dormir fuera de casa).
Otra opción son los campamentos fuera de España y cuyo objetivo es que aprendan un idioma. En este caso, siguiendo los consejos de los expertos, la edad adecuada es a partir de los 12 años, cuando ya han adquirido un mayor nivel de seguridad y autonomía.
Campamento a elegir Otro aspecto muy importante es qué tipo de campamento elegir. La variedad es cada vez mayor, pudiendo optar entre un campamento multiaventura, deportivo, de actividades culturales, para aprender idiomas… Es fundamental tener en cuenta la opinión de los niños, sus gustos y sus cualidades. Si es un niño muy activo, por ejemplo, a buen seguro que le encantará ir al multiaventura o a uno con actividades deportivas.
Llamadas de teléfono y visitas de los padres Cuando los niños están de campamento, ¿es bueno llamarles por teléfono o debemos limitar las llamadas y las visitas? Generalmente el uso del teléfono móvil en los campamentos de verano está restringido. Es importante también que los padres se informen sobre este extremo, es decir, sobre las normas establecidas en el campamento para no interrumpir su normal desarrollo. Recuerda que el niño está disfrutando de sus vacaciones, viviendo nuevas experiencias y haciendo nuevos amigos. Si hay un día fijado para las visitas de las familias, entonces sí debemos acudir.
Cuando no quieren ir de campamento Es cierto que ir de campamento, cuando es la primera vez, puede provocar cierto sentimiento de inseguridad en el niño, sobre todo si es tímido. Para ello, lo más aconsejable es realizar alguna actividad similar durante el año, por ejemplo, una granja escuela o una convivencia. Si no quieren ir al campamento, no hay que obligarles porque podrían interpretarlo como un castigo. Eso sí, hay que hablar con el niño y conocer sus motivos para ir o no ir.
Hermanos, ¿al mismo campamento? Para los padres puede resultar la solución más cómoda, pero antes hay que tener en cuenta si el campamento se ajusta a la edad, gustos y necesidades de cada uno. Si no es así, no pasa nada porque vayan a dos campamentos diferentes.
Son algunas de las cuestiones claves a la hora de elegir el campamento de verano para nuestros hijos. Si necesitas más consejos, no dudes en tener en cuenta la opinión de los expertos, como la psicóloga infantil Silvia Álava y su libro ‘Queremos hijos felices. Lo que nunca nos enseñaron’.
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