La apnea infantil del sueño es un trastorno más habitual de lo que parece que se caracteriza por la interrupción de la respiración durante unos instantes. Los problemas de sueño, como las dificultades de respiración o la apnea en los más pequeños, pueden ser una señal de trastornos de conducta tal y como ha constatado el último estudio de investigación en el que se analiza la relación entre el sueño y el comportamiento de los niños. Vigilar el sueño, ver si respira con dificultad o si ronca, pueden ser formas de prevención para evitar problemas de conducta como la hiperactividad.
Qué es la apnea infantil
La apnea del sueño infantil es una patología en la que la respiración se corta unos instantes durante el sueño. Dicha interrupción puede durar unos segundos o unos minutos y pueden ser más o menos numerosa a lo largo de la noche.
La respiración se detiene durante esos instantes debido a que las vías respiratorias del niño se han obstruido o se han estrechado.
Causas de la apnea infantil
Una de las causas de la apena infantil, es que la garganta de algunos niños es más pequeña de lo normal debido a problemas de vegetaciones o amígdalas de gran tamaño.
Los expertos señalan como causa también una relajación de los músculos de la garganta durante el sueño que hace que la respiración se detenga o se vuelva muy superficial.
Síntomas de la apnea infantil
El principal síntoma de la apnea infantil es el ronquido frecuente. Otros síntomas a tener en cuenta son la dificultad para respirar por la nariz al dormir; despertares constantes y problemas para conciliar el sueño; somnolencia por el día y falta de atención.
Si tu hijo tiene alguno de estos síntomas no dudes en consultar al pediatra.
Características de la apnea infantil
Tal y como señalan los expertos, estos desórdenes en el sueño se suelen manifestar a partir de los dos años y hasta los seis, aunque también pueden presentarse antes. De hecho, se calcula que el 10% de los niños ronca y que uno de cada cuatro padece apnea. Si hay que señalar que en, algunos casos, los problemas de respiración al dormir también pueden estar relacionados con las amígdalas o las vegetaciones.
Cómo puede afectar la apnea infantil al comportamiento
El sueño parece tener la respuesta a muchos de nuestros comportamientos y estados emocionales. Y, en concreto, la calidad del sueño y cómo dormimos, si padecemos apnea o tenemos dificultades para respirar, tiene una relación directa sobre nuestra salud física y emocional.
No solo en el caso de los adultos, también de los más pequeños. Así lo ha constatado un estudio llevado a cabo y en el que, durante seis años, los investigadores del Albert Einstien College of Medicine de Estados Unidos, han realizado un seguimiento a más de once mil niños. Los resultados del trabajo, publicados en la revista Pediatrics, constatan que los niños que presentan problemas durante el sueño, desde la apnea a ronquidos, pasando por trastornos respiratorios, son más propensos (en concreto tienen hasta un 40% más de probabilidades) a padecer problemas de conducta y emocionales, como pueden ser hiperactividad, ansiedad, depresión o el tener un comportamiento más agresivo.
Respirar por la boca, roncar, o padecer apnea, pueden ser señales de un trastorno más importante, por lo que en este caso es conveniente prestarle atención y consultar al pediatra para un diagnóstico certero.
Dicho estudio va más allá al señalar que la relación entre los problemas del sueño y de comportamiento viene determinada por cómo afectan al cerebro. Hacer una revisión periódica y vigilar el sueño de los más pequeños, es la mejor manera de prevenir posibles trastornos de conducta y de relación con los demás, siendo el diagnóstico más frecuente entre los niños el de la hiperactividad.
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