Nadie pone en duda los beneficios que reporta tener un perro como mascota en la familia, el cual se convertirá en un compañero inseparable de tus hijos. Sin embargo, en ocasiones puede surgir un obstáculo como la alergia a los perros en niños, si bien lo más correcto es hablar de alergia a las proteínas del pelo, a la orina o la saliva de las mascotas, siendo las más frecuentes a las de los gatos y perros. ¿Cuáles son los síntomas y las causas de la alergia?, ¿qué podemos hacer? Vamos a ver más detenidamente en qué consiste y cómo podemos identificarla rápidamente.
Síntomas La reacción alérgica desencadenada al respirar o entrar en contacto con los alergenos se manifiesta con síntomas de rinoconjuntivitis alérgica, asma y urticaria. El organismo reacciona produciendo sustancias como la histamina, al cual a su vez provoca irritación de las vías respiratorias. En cuanto a los síntomas en los niños los más habituales son estornudos, secreción y congestión nasal, picazón, enrojecimiento e hinchazón de los ojos, lagrimeo, mayor sensibilidad a la luz, sensación de falta de aliento, tos y sibilancias, así como enrojecimiento de la piel.
Causas La alergia no la provoca en sí la mascota, sino que es la reacción de nuestro organismo al respirar o entrar en contacto con determinados alergenos que transporta en su pelo u otras secrecciones de la mascota. Lógicamente será al pasar tiempo con el perro cuando se pueda constatar si el niño es alérgico. Si tenemos algún amigo o familiar que tenga mascota, nada como hacerles una visita o proponerles pasar un fin de semana en casa como prueba.
Qué hacer ¿Qué hacer cuando el perro ya forma parte de la familia? Lógicamente, la alergia no va a hacer cambiar de opinión a los niños sobre su mascota. Esto puede ser un verdadero desafío para los padres, pero en estos casos se pueden adoptar algunas medidas para evitar la separación de los niños y su mascota y reducir los síntomas de la alergia. Así, se recomienda cepillar al perro todos los días para eliminar los alérgenos en la piel, evitar que se suba en las camas, sofas o cualquier otro lugar espacio reservado para los niños; lavar frecuentemente las mantas, platos de comida y los juguetes del perro; si es posible mantenerlo en el jardín, utilizar purificadores de aire en el dormitorio del niño y en el comedor; y lavar a la mascota, al menos, una vez a la semana.
Por último, solo el pediatra puede evaluar si conviene prescribir algún tipo de medicamento u otros remedios para reducir los síntomas de las alergias en los niños. Todos estos consejos, por supuesto, se recomiendan si queremos que la mascota siga viviendo en casa.
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