8 cosas que se deben evitar durante el embarazo

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Cuidarse durante el embarazo es fundamental tanto para la salud de la madre como del futuro bebé. Estar embarazada es un periodo que requiere que nos prestemos más atención, por eso hay algunas cosas que se deben evitar. ¿Cuáles son las 8 cosas a evitar durante el embarazo? Te las contamos.
 
Cuidarse durante el embarazo no solo ayuda a la futura madre a disfrutar más y mejor de esta etapa especial, sino que también es la mejor manera de controlar los síntomas propios del embarazo –algunos tan comunes como las náuseas, dolor de cabeza o acidez estomacal– y de estar en mejor forma física y emocional. Salvo indicaciones del médico, durante el embarazo se puede hacer prácticamente de todo, aunque es cierto que hay algunas cosas o hábitos que conviene revisar y, en la medida de lo posible, evitar. Vamos a ver cuáles son las 8 cosas más importantes que conviene evitar durante el embarazo.
 

Qué se debe evitar durante el embarazo

  • Consumir bebidas alcohólicas: Lo mejor es no probarlo, ya que la tasa de alcohol en sangre en el feto puede llegar a ser similar que en la concentración en la sangre de la madre. Es decir, los mismos síntomas que provoca el consumo excesivo de alcohol puede padecerlos el feto.
  • Fumar: El tabaco es perjudicial para la salud, y en el caso del embarazo no es una excepción. Si estás embarazada, o planificando ser madre, es el mejor argumento que vas a encontrar para dejar definitivamente el tabaco. Fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de padecer un aborto, un parto prematuro, hemorragia vaginal y, incluso, las mujeres fumadoras pueden tener más riesgos de embarazos ectópicos. Otro de los efectos del tabaco en el embarazo es el riesgo de que el feto nazca con menos peso.
  • Exceso de cafeína: Es cierto que el café tiene muchas propiedades saludables, pero durante el embarazo es recomendable reducir su consumo. Se aconseja no tomar más de 300 ml de cafeína al día, es decir, no más de tres tazas de café diarias. No solo el café también tiene cafeína, otras bebidas como los refrescos de cola también.
  • Evita hacer dieta para adelgazar: Una buena alimentación es la mejor forma de afrontar los cambios del cuerpo, propios del embarazo, de una manera saludable. Por ello, entre otros consejos, se debe moderar el consumo de alimentos ricos en azúcar (evita la bollería industrial), así como enriquecer la dieta con alimentos ricos en calcio y hierro, vitaminas y ácido fólico. Lo que no se debe hacer durante el embarazo es ponerse a dieta. Durante los nueve meses, de manera paulatina, se aumenta de peso, y solo bajo prescripción médica se debe modificar la alimentación. Ponerse a dieta suele implicar restringir el consumo de determinados nutrientes, lo que puede afectar al desarrollo del cerebro del futuro bebé.
  • El pescado, mejor de variedades pequeñas: Siguiendo los consejos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN, durante el embarazo es aconsejable evitar el pescado grande, como el pez espada o el atún, ya que acumulan mayor cantidad de metales, como puede ser el mercurio. En altas dosis, puede afectar al desarrollo neuronal del feto.
  • Practicar ejercicio físico en exceso: Nunca hay que llegar a la fatiga durante el ejercicio. El ejercicio físico, adaptado y de manera moderada, es bueno durante el embarazo, pero hay que evitar el ejercicio de alto impacto (saltos, sacudidas, ejercicios boca abajo…) o que implique un mayor esfuerzo físico. Pilates, yoga o aquagym son algunos de los deportes más recomendados, para trabajar la flexibilidad, la fuerza y la resistencia.
  • Evitar alimentos con riesgo de toxoplasmosis: Aunque es una enfermedad poco frecuente, lo cierto es que está ahí. Para evitar el contagio se deben evitar las carnes crudas o pocas hechas, así como los lácteos crudos y todos aquellos alimentos que hayan sido recogidas directamente del campo y no se hayan lavado.
  • Evitar el estrés: Los cambios físicos no son los únicos que aparecen durante el embarazo. También hay que prestar atención a los cambios emocionales, producto de la revolución hormonal que está sufriendo el cuerpo de la mujer. El estrés, la ansiedad –sobre todo en el caso de los padres primerizos- es normal, si bien hay que tratar de evitarlo. El estrés no es un buen aliado de un embarazo saludable, por lo que ante cualquier duda, preocupación o miedo debes consultar con tu médico, y por supuesto con tu pareja, amigos o familiares con los que tengas más confianza para hablar sobre todo lo relacionado con el embarazo y los cambios que conlleva.
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