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Aunque estemos pendientes de los más pequeños de manera continua, una ligera distracción de los padres puede hacerles perder de vista al niño. En verano, junto al mar, y con muchas de las playas a rebosar, no es raro que algún niño pueda perderse. Si sucede, ponerse nervioso no es la solución, sino todo lo contrario. Hay que mantener la calma, para pensar con rapidez, y ser prácticos. Vamos a ver algunos sencillos consejos para prevenir sustos en la playa. [/multipage]
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1. Delimitar su espacio de juego
La playa es un lugar grande y con las fronteras borrosas, por lo que es mejor delimitar desde el principio el espacio en el que los niños podrán jugar. Lo más práctico es que jueguen a poca distancia de las sombrillas, y hay que evitar que salgan corriendo demasiado rápido en cualquier dirección. [/multipage]
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2. Comprobar de manera periódica qué hacen
Aunque estén al lado de la sombrilla, no hay que desviar demasiado la atención del niño. Incluso aunque papá y mamá estén tumbados tranquilamente, disfrutando de un buen libro o de un merecido relax, hay que comprobar de manera periódica la ubicación de los más pequeños. [/multipage]
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3. Dejar claras las reglas
No se trata de prohibir, sino de educar bien, y para ello hay que explicar al niño que no tiene que alejarse sin perder permiso a mamá o papá. Y, sobre todo, y aunque estén cerca del mar, no conviene que los niños se bañen o adentren sin el consentimiento de los padres. [/multipage]
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4. Buscar un punto de referencia
Es aconsejable explicarle al niño que, en caso de necesidad o de problemas, y cuando no encuentre a mamá y a papá, debe ponerse en contacto con otra figura clave en la playa, el socorrista. Como alternativa también puede pedir ayuda a la mamá de otro niño. [/multipage]
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5. Pequeños bien informados
En caso de pérdida, es bueno que el niño pueda proporcionar algunos datos útiles para localizar a sus padres, como su nombre y el de sus progenitores y, si si ya es un poco mayor, es bueno que los niños memoricen el teléfono móvil de contacto de sus padres para localizarlos más rápido. [/multipage]
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6. Evitar el pánico
Si, pese a todas las precauciones adoptadas, el niño se pierde en la playa, no debemos dejarnos llevar por el pánico ni por el alarmismo, porque además eso impedirá que podamos pensar con claridad y de manera efectiva. Parece difícil mantener la calma en estas situaciones, pero es esencial. [/multipage]
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7. Pedir ayuda
Para que el pánico no nos paralice, conviene pedir ayuda, sobre todo si no hemos conseguido localizar al niño por nuestra cuenta. Hay que alertar al socorrista y, a ser posible, emitir un mensaje por los altavoces para facilitar la búsqueda del pequeño, así como preguntar a los bañistas cercanos. [/multipage]
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8. Evitar los reproches
Reñir al niño cuando lo hemos localizado no es el mejor consejo a seguir, porque seguramente para él también ha sido un mal momento y se habrá asustado. Lo primero de todo es consolarlo y tranquilizarlo y, luego, con calma explicarle que debe ser más precavido. [/multipage]
