Tanto la sociedad como nosotras mismas nos exigimos continuamente ser perfectas, ya no sólo para conseguir que nuestros hijos disfruten de todo lo mejor, sino también para demostrar al mundo que somos las madres modelo que se espera de nosotras. Esto no sólo hace que aumente nuestro estrés y realicemos conductas poco apropiadas para nuestra autoestima, sino que tiene más consecuencias negativas tanto para nosotras como para nuestros hijos. Te mostramos las 5 razones por las que no ser una madre perfecta.
1. Tus hijos te valorarán
Una de las mejores lecciones que puedes darle a tus hijos es que todas las personas se equivocan, incluso aquellas que creemos mejores que el resto. No siendo perfecta les demostrarás que lo más importante es esforzarse por aquello que quieres y levantarse tras cada caída. Además, también comprenderán el sacrificio que supone para ti el facilitarles todo lo que les proporcionas.
2. Enseñarás que la perfección no existe
No sólo no eres perfecta tú, sino que no es perfecta ninguna persona sobre la faz de la Tierra. Tus hijos no tendrán que preocuparse si suspenden un examen o si se equivocan una vez, porque podrán rectificar. Esto hará que disminuya en gran medida la posibilidad de que puedan tener problemas de autoestima o de depresión por exigirse demasiado.
3. Vivirás mejor
Saber que has dado lo mejor de ti será suficiente para que te sientas en paz contigo misma. No necesitarás demostrarle a nadie nada porque sabrás que has hecho todo lo que has podido y apreciarás todos los sacrificios a los que te has tenido que someter. La maternidad no será la causa de ningún problema de estrés, y mucho menos de ansiedad.
4. Mejorará tu relación de pareja
Eliminada gran parte de la presión, las discusiones que frecuentemente surgen con tu pareja por causa del estrés se reducirán, de tal modo que vuestra relación será mucho más relajada y amena. ¡Estar juntos será una delicia!
5. Seréis más felices
No sólo serás más feliz tú, sino que toda tu familia también lo será. No os afectará lo que os digan los demás porque sabéis que siempre hacéis todo lo mejor posible y, si alguna vez sale algo mal, no tendréis problemas en contároslo, ya que todo el mundo puede cometer un error. La comunicación fluida ayudará a que afrontéis todos los baches y únicamente os centréis en cómo podéis arreglarlo. ¡Tendréis una relación envidiable!