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La mayor felicidad de una madre es comprobar que su hijo irradia alegría. Es por eso que siempre hacemos lo imposible para ayudarle a que tenga una vida plena y despreocupada, pero a menudo olvidamos que nosotras también debemos hacer todo lo que le indicamos a él para que pueda seguir nuestro ejemplo. Te mostramos los 10 mejores consejos para que tu hijo crezca feliz y, de paso, añadir alegría a tu vida.
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Eliminad los prejuicios
Debes educar desde bien pequeño a tu hijo a que no tenga prejuicios con las personas que no conoce. Tiene que aprender a diferenciar a las personas por cómo son en su interior y no por su aspecto físico, aunque claro está que también deberás indicarle qué tipo de personas no son adecuadas.
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Socializad
Una vez eliminados los prejuicios, hablad con toda la gente con la que podáis. Cada persona es un mundo y hay mil historias que contar. Aprenderá con esto a ser mucho más empático y valorará más lo que tiene. Además, seguro que tu pequeño será capaz de aprender de ellos muchísimas cosas que no aprenderá en la escuela.
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Sed amables y agradecidos
Tanto si habláis entre vosotros como con el resto de personas, procurad utilizar siempre palabras amables y agradecer todo lo que hacen por vosotros. Ser agradecido es una virtud que hará que tu hijo aprecie todo lo que hacen por él.
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No dramaticéis
A lo largo de la vida surgen contratiempos y obstáculos que pueden parecer muy difíciles de superar a simple vista. Sin embargo, siempre debéis afrontar estas circunstancias analizándolas desde afuera para verlo todo lo más objetivo posible y decidir la mejor de vuestras opciones. Esto os ayudará a mejorar vuestra inteligencia emocional, lo que será muy útil en cualquier situación.
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Compartid
Tanto si lo hacen con vosotros como si no, compartir es una acción que nos llena como personas. Compartid siempre lo que tengáis con el resto de personas, y asegúrate de enseñárselo a tu hijo desde bien pequeño, por ejemplo, diciéndole que debe compartir sus juguetes con otros niños.
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Aprended a expresaros
La comunicación es la base de cualquier relación y un punto fundamental para el correcto desarrollo psicológico del pequeño. Enseñarle que debe expresar todo aquello que sienta e indicarle cómo debe hacerlo le ayudará a desahogarse en situaciones de estrés y evitará tanto el aislamiento como el hecho de recurrir a amigos imaginarios que puedan leerle la mente para sentirse mejor, provocado por no saber decir exactamente lo que pretende.
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Sed independientes
Que tu hijo aprenda a hacer las cosas por sí mismo le hará sentir mucho más desenvuelto y no sentirá agobio cada vez que se encuentre solo. Es bueno que desde una edad temprana comience a guardar sus juguetes, a comer solo e, incluso, a hacer algunas tareas del hogar.
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Sed positivos
Mirar siempre la parte positiva de las cosas no sólo elevará muchísimo su autoestima, sino que tu hijo no tendrá miedo a las dificultades que puedan surgirle en un futuro. Sin duda, uno de los puntos más importantes para que llegue a ser verdaderamente feliz.
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Luchad por lograr vuestros objetivos
Incúlcale a tu hijo a fijarse una serie de metas, que vayan desde las más fáciles de alcanzar hasta las más complicadas. Según vaya cumpliendo pequeños objetivos, se sentirá más capaz de conseguir todo aquello que se proponga, mejorando su autoestima y su visión positiva de la vida.
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Descansad
Realizar todo lo dicho anteriormente no será tarea fácil, por lo que descansar por la noche es fundamental. Asegúrate de que duerma todas las horas que necesite para que despierte muy animado y con las pilas recargadas. ¡Será el principio de un día fantástico!
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