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Taylor Swift saca su lado de diva en su nueva casa de la playa. La cantante country más famosa del mundo ha comenzado a sacar su carácter de estrella, y es que no se le ha ocurrido otra que prohibir a la gente disfrutar de la playa situada al lado de su mansión de Watch Hillen, en Rhode Island, a pesar de ¡ser pública! Taylor Swift ha ordenado a sus guardaespaldas que echen a todo aquel que se acerque para darse un baño, algo que ha molestado tremendamente a sus vecinos, que no han dudado en quejarse de la actitud de diva de la artista, y es que parece que la fama agria un poco el carácter a las estrellas.
Durante años hemos podido conocer la gran cantidad de excentricidades y costumbres algo anormales de las celebrities de todo el mundo, ya que parece que cuando ganan muchos millones de dólares, todas ellas se vuelven demasiado extrañas.
La última en provocar la polémica con su comportamiento ha sido la cantante Taylor Swift, que hace unos meses se compró una mansión de recreo en la comunidad costera de Watch Hillen, en Rhode Island, y tuvo una mala experiencia cuando un fan fue arrestado por tratar de entrar en su casa hace unas semanas.
A raíz de este suceso, la estadounidense, ni corta ni perezosa, ha sacado a la luz su divismo y ha ordenado a sus guardaespaldas que vigilen bien la playa aledaña a su residencia, y que echen a todo aquel que quiera disfrutarla, una idea lógica si Taylor Swift hubiera comprado este trozo de costa sólo para ella, pero resulta que no es así, y ese lugar es totalmente público.
Tras haber sufrido las consecuencias de la orden de la cantante, los vecinos del lugar no lo han dudado a la hora de tachar de ‘diva’ a Swift, ya que no ven lógico su comportamiento tan excéntrico, cuando han acudido a esa playa durante toda la vida, y la artista siempre ha demostrado ser tan normal como cualquiera, y es que el precio de la fama es así.
Suponemos que la estadounidense no tardará demasiado en cambiar de opinión al respecto, más que nada porque lo que está haciendo está totalmente fuera de la legalidad, o a lo mejor nos sorprende haciendo alarde de nuevo de su abultada cuenta corriente, y decide comprarse esa playa para su uso y disfrute personal, y que definitivamente nadie pueda traspasar esos límites.
Por el momento Taylor Swift sigue en sus trece, pero esperamos que esos aires de grandeza a raíz de dar el salto a la pequeña pantalla en ‘New Girl’ no acaben con su carácter amable y divertido, con el que ha conquistado a los adolescentes de todo el planeta.
