Rey Juan Carlos: Albert Solá y su hermana interponen una demanda de paternidad. Nuevos problemas para la Casa Real española, esta vez por medio de una demanda de paternidad que Albert Solá y su hermana, Ingrid Sartiau han interpuesto al Rey Juan Carlos, reclamando que se someta a las pruebas de ADN. Los hermanos, que no conocieron tal relación hasta el pasado mes de mayo, aseguran que han interpuesto esta demanda en el Juzgado de Familia de Madrid y que el monarca tenía pleno conocimiento de la misma porque el abogado envió un burofax a la Casa del Rey.
Cuando parecía que las aguas volvían a su cauce entorno a la Casa Real, si omitimos las peticiones de doña Letizia a la prensa para que sean clementes con su hermana, un nuevo escándalo ha vuelto a saltar a la primera línea.
Desde hace unos meses se conocía que Albert Solá e Ingrid Sartiau aseguraban ser hijos del monarca, pero hasta ahora no han dado el paso de denunciarlo, algo que hicieron el pasado viernes según comenta el mismo Solá en declaraciones a la web Vanitatis.
Los hermanos dieron de plazo hasta el pasado 2 de octubre a la Casa Real para que consiguiera que don Juan Carlos se sometiera a las pruebas de ADN, pero como esta petición no se ha cumplido, han presentado una demanda de paternidad en el Juzgado de Familia de Madrid.
Además, Albert Solá indica a Vanitatis que la demanda es por “filiación de paternidad” y que el Rey estaba al corriente de este asunto, puesto que su abogado, Jaume Paralós envió un burofax a la Casa Real la semana pasada que recibió personalmente el monarca. También indica que no habían acudido antes a los tribunales porque pretendían arreglar este asunto de una manera amistosa.
Eso sí, quiere dejar muy claro que don Juan Carlos “no hará nada en contra mía ni de mi hermana”, aunque reconoce que ha habido varios políticos poco favorables a la monarquía que se han puesto en contacto con él.
Sin embargo, su hermana, algo que descubrieron hace unos meses, no lo está llevando tan bien porque hace relativamente poco tiempo que está metida en este asunto. Sobre la resolución de este caso, que aún no tiene juez hasta dentro de unos días, Solá indica que ve poco probable que el Rey Juan Carlos se someta a las pruebas de ADN aunque no descarta la sorprendente posibilidad de que emita un comunicado.
Lo más llamativo de este asunto es que los dos hermanos no se conocieron hasta el pasado mes de junio tras hablar un tiempo por Internet y teniendo una prueba de ADN que demostraba que existía consanguinidad entre ambos, por lo que eran hermanos, algo que desconocían hasta ese momento.
Albert Solá, de 56 años y que de demostrarse la paternidad del Rey sería su primogénito, lleva desde los años 90 detrás de este asunto. Supuestamente en un viaje a la academia militar de Zaragoza don Juan Carlos conocería a María Bach Ramón, hija de una conocida familia de banqueros que daría a luz al bebé en 1956.
Tras dar a luz, las enfermeras de la Maternidad de Barcelona le arrebatarían al bebé y lo llevaría a Ibiza donde estaría hasta 1961 cuando regresaría a la Ciudad Condal para ser adoptado en 1964 por la familia Solá Jiménez. Al comenzar a investigar a su familia biológica vio que en unos documentos la expresión “chupete verde” que según varios historiadores hace referencia a un bebé de sangre real.
El caso de Ingrid Sartiau es distinto, ella reside en Gante con su madre que fue la que la comunicó la verdadera historia mientras veía la televisión. Su madre, Liliane Sartiau conocería al monarca en 1956 en Francia para volver a coincidir en una feria en Luxemburgo en 1966 y nueve meses después nació Ingrid.
Así, buscando en Internet sobre los Borbón, conoció a Albert Solá por lo que se sometieron a la prueba de ADN que indica que son hermanos y por ello, han comenzado esta batalla legal para demostrar que el Rey Juan Carlos es el padre de ambos. Ahora sólo falta saber si lo conseguirán.
