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La austeridad se adueña del nivel de vida de Rania de Jordania. La Reina Rania Al Abdullah, más conocida como Rania de Jordania, era conocida en todo el mundo por su gran elegancia y estilo a la hora de vestir de las mejores firmas, siendo una de las mejores en cualquier acto oficial, pero tras la llamada Primavera Árabe, fue muy criticada por su pueblo que consideraba que la Reina hacía multitud de excesos mientras la mayor parte de su país vive bajo el umbral de la pobreza, por lo que Rania decidió hace unos meses retirarse a un segundo plano y mostrar mucha más humildad en sus contadas apariciones públicas.
En los países de Occidente siempre hemos envidiado el estilo impecable de la Reina Rania de Jordania en cada una de sus apariciones oficiales, como en la boda de los Príncipes de Asturias, y hasta ahora ha estado en boca de todos su glamour y buen gusto, siempre vestida de las mejores firmas como Dior, Gucci, Prada, Armani o Elie Saab, la firma que desfiló el pasado lunes en la París Fashion Week 2013 cuando deslumbró Amaya Arzuaga entre los grandes.
Pero en la actualidad, debido a la crisis económica mundial muchas casas reales se han visto obligadas a bajar su nivel de vida y mostrar una imagen de austeridad, como lo hizo la Española durante el último desfile de las Fuerzas Armadas, pero en los países de Oriente, la Primavera Árabe o también conocida como Revolución Democrática Árabe, ha sido la causante de que sus monarcas hayan tenido que dejar atrás los lujos.
En su caso, Rania de Jordania, conocida por ser toda una revolucionaria que ha intentado cambiar los estereotipos sobre las mujeres árabes, ha sido muy criticada por sus excesos como cuando invitó a 600 personas para celebrar su 40 cumpleaños, además de su costumbre de pasear por la Quinta Avenida de Nueva York para adquirir las nuevas tendencias de alta costura de los mejores modistos del mundo.
Por ello el Rey Abdallah II se ha dejado asesorar por los servicios secretos jordanos, y Rania, que hasta hace unos meses era muy activa en las redes sociales, ha cambiado su imagen radicalmente, sobre todo desde que comenzó la guerra de Siria muy cerca de sus fronteras.
Atrás quedaron sus fiestas glamurosas, para dar paso solamente a eventos solidarios u organizaciones benéficas, y sus estilismos se han vuelto mucho más discretos y aburridos, como el que utilizó para su visita al Papa Francisco, con un vestido negro de escote cuadrado y pañuelo de color marfil en la cabeza.
Esperamos que todos estos problemas se solucionen pronto y podamos volver a disfrutar de su elegancia de nuevo.