Los Príncipes de Asturias junto a sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, han pasado las vacaciones de Semana Santa en la estación de esquí francesa de Courchevel. La pareja ha aprovechado que sus hijas no tenían clases para darse un homenaje. Estas pistas son mundialmente conocidas por sus 10.000 hectáreas habilitadas para practicar esquí, así el heredero al trono ha podido realizar uno de sus deportes favoritos. Por su parte, aunque aterrizaron en Ginebra, ciudad donde vive su hermana Cristina y su marido Urdangarín, no llegaron a verse.
Siempre es un secreto de estado. Y más desde que doña Letizia se puso seria. Entre unas cosas y otras, el destino de vacaciones de los príncipes de Asturias siempre es una incógnita. Aunque poco a poco vamos sabiendo más cosas. Si hace unos días supimos que en el mes de febrero estuvieron cenando en el restaurante de Paco Roncero, ahora hemos sabido, gracias a Vanitatis, dónde han pasado las vacaciones de Semana Santa.
Así, desde el pasado viernes 11 de abril, Felipe y Letizia han aprovechado las vacaciones de sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, para gozar de nueve días de vacaciones “privadas”. No ha habido actos oficiales en su agenda, y la pareja han querido dedicarse estos momentos. Así, los Príncipes de Asturias y las infantas tomaron un vuelo en Madrid destino a Ginebra. Pero en la capital suiza donde viven la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin estuvieron lo justo. Vamos que ni de visita se vieron. Desde allí se desplazaron en coche, durante aproximadamente dos horas, hasta las lujosas pistas de esquí de Courchevel, situadas en la Saboya francesa.
Y la verdad es que la elección no es mala. Este lugar es mundialmente conocido por sus 10.000 hectáreas habilitadas para practicar esquí, donde el Príncipe ha podido disfrutar de uno de sus deportes favoritos. El precio del forfait para 6 días es de 277 euros. Las pistas también disponen de una zona especial para los más pequeños llamada “El pueblo de los niños”, donde Leonor y Sofía pudieron perfeccionar sus dotes esquiadoras. Menos práctica tiene Letizia, a la que no se la vio mucho darle al ski. Los Príncipes y sus hijas se alojaron en uno de los 13 hoteles de cinco estrellas que se encuentran en el complejo.
De vuelta a Mallorca
Así, el viernes 19 de abril toco regresar. La familia hizo el viaje a la inversa: de Courchevel a Ginebra y de Ginebra a Madrid. Tras pasar el sábado en la capital, los cuatro volvieron a coger un avión, esta vez dirección a Mallorca donde acudieron a la tradicional Misa de Pascua junto a los Reyes y la infanta Elena.
Sin duda unas vacaciones que habrán servido para cargar las pilas, y sobre todo para pasar mucho tiempo en familia, que desgraciadamente por sus compromisos no pueden hacerlo. Ahora habrá que esperara hasta el verano para saber dónde acuden. ¿Quizás sea Mallorca el destino elegido como el año pasado?. Ya veremos.
