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El Día de la Banderita saca el lado más solidario de la Princesa Letizia. El pasado jueves se celebró en Madrid el llamado Día de la Banderita o Fiesta de la Solidaridad, en el que muchos voluntarios recogen donativos en favor de la Cruz Roja por la calle o en las más de 100 mesas petitorias instaladas, donde como cada año han colaborado tanto la Reina Doña Sofía, Presidenta de Honor, como la Infanta Elena y Doña Letizia, que durante esta edición se ha mostrado muy cercana con todo aquel que ha querido aportar su granito de arena, además de mostrarse de lo más cariñosa con el Príncipe Felipe, que también ha colaborado con la causa.
Desde principios del siglo XX, se ha celebrado en nuestro país el Día de la Banderita, una de las principales fuentes de ingresos que tiene al año la Cruz Roja, fundación de la que lleva siendo Presidenta de Honor la Reina Doña Sofía durante 40 años.
Por este motivo, la Reina ha colaborado durante largo tiempo en este día tan especial, donde siempre ha estado en la mesa de cuestación del Congreso de los Diputados, tal y como ha ocurrido este año, en el que además han colaborado la Infanta Elena y la Princesa Doña Letizia, en la Puerta del Sol y en la Plaza Santa Cruz respectivamente.
Una de las anécdotas del pasado jueves estuvo protagonizada por la Vicepresidenta del Congreso Celia Villalobos, que tropezó con un bolardo y cayó mientras esperaba la llegada de Su Majestad, que se mostró preocupada en un primer momento, pero más tarde recibió con una gran sonrisa, sobre todo tras haber recibido el Rey el alta el día anterior, a todo el que se acercó para aportar su granito de arena, entre niños, adultos y personas mayores.
En la mesa de la Infanta Elena también se formó una gran cola de personas que no quisieron perder la oportunidad de saludarla, mientras ella también lució un gesto de felicidad constante con un traje de chaqueta de raya diplomática, combinado con camiseta blanca y la melena suelta.
Pero sin duda la mesa que causó más expectación fue la de la Princesa Doña Letizia, que recibió a visitantes como un grupo de danza senegalés que actuó ante su mesa y con el que después posó muy sonriente, además de un grupo de moteros que ya acudieron el pasado año, y por supuesto a su marido, que no dudó en acercarse a cada una de las mesas de sus ‘mujeres’ para apoyar la causa.
Los Príncipes de Asturias de mostraron mucho más cariñosos que de costumbre, entre miradas y gestos cómplices, para más tarde despedirse con un cariñoso beso, con el que acertaron esta vez y no titubearon demasiado como ocurrió el Día de la Banderita del pasado año.
Una jornada de lo más solidaria y tradicional en la que parece que no afectó demasiado la crisis económica.