Ortega Cano y su hijo por fin solucionan sus diferencias. El viudo de Rocío Jurado y su hijo mayor han protagonizado durante los últimos meses varios escándalos relacionados con la mala relación que les une, pero parece que tras la tormenta llega la calma, y gracias a la pareja del diestro, Ana María Aldón, han vuelto a rencontrarse y han hablado tranquilamente, llegando incluso Ortega Cano a tomar la decisión de vender la finca de Yerbabuena para entregar una parte de la herencia a su hijo y afrontar un pago por el accidente de tráfico en el que falleció Carlos Parra hace varios meses.
Al parecer, la batalla que mantenían Ortega Cano y su hijo mayor José Fernando ha terminado y las aguas han vuelto a su cauce, todo gracias a Ana María Aldón, nueva pareja del diestro con la que espera un hijo que nacerá a principios del próximo año.
Desde que falleció su mujer, la cantante Rocío Jurado, todo han sido malas noticias para el torero. El pasado año todos nos sorprendimos cuando salió a la luz su nombre implicado en un accidente de tráfico que le costó la vida a Carlos Parra, y por lo que su familia le demandó por medio millón de euros, al triplicar la tasa de alcohol permitida al volante.
Varios meses más tarde comenzaron los rumores sobre una mala relación con José Fernando, su hijo mayor, a causa de su negativa a entregarle a su mayoría de edad la herencia que le correspondía de su madre, que ascendía a 1 millón de euros.
Pero estos últimos meses las cosas han cambiado para Ortega Cano tras comenzar una relación con Ana María Aldón, a la que se refieren como ‘La Frutera’, con quien espera su tercer hijo para principios de 2013, y que ha sido una parte fundamental en la reconciliación con su hijo.
Según afirma la revista Lecturas, Ana María organizó una fiesta en la casa que ha empezado a compartir en Madrid con el diestro y sus hijas, Gloria Camila y Gema, quienes irán juntas al colegio en la capital y mantienen una muy buena relación, y decidió invitar a ambos para intentar una reconciliación.
José Fernando aceptó la invitación y se presentó con una caja de dulces a esta fiesta tan familiar, para después confirmar junto a su padre el final de sus diferencias.
Para ello, Ortega Cano ha decidido vender la finca de Yerbabuena y así poder entregarle a su hijo una parte de su herencia, además de hacer frente a una indemnización por el accidente del pasado año.
Esperamos volver a verles juntos pronto y que logren comenzar de nuevo olvidando los malos momentos del pasado.