[galleria id=»11835″]
Michelle Obama se pone celosa por los coqueteos de su marido en el funeral de Nelson Mandela. El Presidente se lo pasó en grande con la primera ministra danesa hasta que su mujer le paró los pies.
Hace unos días se celebró en el estadio Soccer City de Johannesburgo, Sudáfrica, un funeral multitudinario para despedir definitivamente al recientemente fallecido a los 95 años Nelson Mandela, primer presidente democrático del país y símbolo de la lucha contra el racismo hacia la raza negra a nivel internacional.
Con motivo de tal reconocimiento, infinidad de cargos políticos y representantes de varios países acudieron al evento, donde además pudimos ver la reaparición de Corinna junto a Charlene de Mónaco, pero sin duda el que se llevó todo el protagonismo fue el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama.
En un principio la prensa internacional se hizo eco del saludo de Obama al mandatario cubano Raúl Castro, el primer saludo en público de ambos por lo que provocó mucha polémica, pero más tarde quedó claro que tan sólo fue un gesto de mera cordialidad.
Sin embargo el Presidente de Estados Unidos dio mucho más de qué hablar, cuando ocupó su sitio en el estadio, junto a su mujer Michelle Obama y la primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt, quien a su vez se sentaba al lado de su homólogo británico David Cameron.
Obama y la apodada ‘Gucci Helle’ a causa de su pasión por la alta costura y los bolsos de firma, comenzaron a conversar de una forma muy divertida y amena, ante la atenta mirada seria de la Primera Dama norteamericana, que no parecía demasiado cómoda ante esta situación, pero el culmen fue cuando tanto Cameron como Helle y Obama se abrazaron para posar juntos en una auto-foto, mientras reían a carcajadas.
Esta actitud durante un funeral de tal calibre ha sido de lo más criticada en las redes sociales de todo el mundo, pero la actitud de Michelle Obama también ha sido muy alabada, ya que una vez más demostró que es una mujer de armas tomar y que ninguna rubia se acerca a su marido sin su permiso, cambiándole el sitio al Presidente y colocándose entre él y la primera ministra danesa, momento en que Obama le besó la mano como gesto de disculpa.
Esta no es la primera ocasión en la que Helle Thorning-Schmidt es protagonista de algún escándalo, y es que era ella a quien Berluconi miró el trasero descaradamente en el Consejo de la Unión Europea en Bruselas a finales de 2011, además de haber desmentido en su día que su divorcio del director del Foro Económico Mundial, Stephen Kinnock, fuera a causa de su homosexualidad.
Sin duda una anécdota más entre políticos que no olvidará Michelle Obama tan fácilmente.