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Primera ceremonia civil de los Príncipes de Luxemburgo. Hace unos días contrajeron matrimonio Félix de Luxemburgo el segundo en la línea de sucesión al trono tras su hermano Guillermo y Claire Lademacher, mediante una ceremonia civil celebrada en la villa Rothschild Kempiski ante sus familiares más cercanos, oficiada por el alcalde de Königstein, Leonhard Helm, que será tan sólo la primera ceremonia antes de su enlace religioso el próximo sábado en la basílica de Sainte-Marie-Madeleine de Saint-Maximin-la-Sainte-Baume en la Provenza francesa. La última boda real del año que seguro será inolvidable.
Durante este 2013 hemos visto algunos de los enlaces reales más memorables de la historia, como el de Suecia entre la Princesa Magdalena y Chris O’Neill a principios de verano, o más recientemente el de Andrea Casiaghi y Tatiana Santo Domingo, pero con este último las bodas reales del año llegan a su fin, y los protagonistas han sido el Príncipe Félix de Luxemburgo y su novia desde hace más de 10 años Claire Lademacher.
La pareja se dio el ‘sí quiero’ el pasado martes por la tarde mediante una ceremonia civil muy íntima, tan sólo acompañados por sus familiares más cercanos en la espectacular villa Rothschild Kempiski, que fue oficiada por Leonhard Helm, el alcalde de Königstein.
Para la ocasión la novia eligió un sencillo modelo diseñado por Jan Taminiau, el encargado de vestir a Máxima de Holanda durante su coronación, de blanco impoluto como manda la tradición, de corte péplum y sin mangas, con la melena recogida y un precioso bouquet de rosas blancas de lo más romántico, mientras que el Príncipe se decantó por un traje oscuro con corbata naranja.
Los padres del novio, los Duques Enrique y María Teresa de Luxemburgo, se mostraron muy emocionados durante la ceremonia, en la que la Duquesa lució un diseño de Edouard Vermeulen para Natan, su firma de cabecera, mientras que la madre de Claire se ha decantado por un diseño de Moschino en color champán.
Como testigo del Príncipe ha ejercido el hermano de Claire, Félix Lademacher, mientras que la testigo de la novia ha sido la Princesa Alexandra, que junto a la gran duquesa heredera Stèphanie han lucido modelos firmados por Prada.
Durante la celebración un fuerte equipo de escoltas ha velado por su seguridad, hasta que los recién casados se han montado en un coche marca BMW Issetta 300 en rojo y blanco, con sus nombres escritos en la matrícula.
El próximo sábado finalmente podremos volver a ver a la pareja durante la ceremonia religiosa ante 370 invitados en la basílica francesa de Sainte-Marie-Madeleine de Saint-Maximin-la-Sainte-Baume, donde finalmente se quedarán a vivir.
Les deseamos toda la felicidad del mundo, y un próximo enlace inolvidable.
