Letizia, una princesa polémica [FOTOS]

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Desde el primer día, Letizia Ortiz se convirtió en una princesa polémica. Salidas de tono, meteduras de pata, malas caras, y expresiones muy llamativas la han perseguido. Y es que la experiodista hace honor a su profesión y nunca se muerde la lengua. La hemos visto reñir en directo con su marido, el Príncipe Felipe; con compañeros de profesión, poner malas caras cuando las cosas no la gustaban e incluso realizarse operaciones estéticas. En diez años como princesa, la polémica siempre ha estado presente en su vida. Aquí te contamos algunas anécdotas curiosas.

Desde que se anunció su compromiso con Felipe de Borbón, supimos que Letizia Ortiz era una mujer de armas poder. Como buena periodista nunca se ha mordido la lengua, siempre ha plantado cara y ha hecho gala de un tremendo carácter. Ahora bien, esto le ha provocado más de un problema.

Sabemos que es controladora, perfeccionista, que la encanta la serie True Detective, y que, en ocasiones, evita ser el centro de atención, pero Letizia tiene la característica de no pasar desapercibida, sea para bien o para mal.

Un día, los príncipes llegaron tarde a una obra de teatro infantil junto a sus dos hijas. Al entrar tarde, el revuelo que se hizo en la sala fue tremendo.Tanto es así, que cuando algunos padres se acercaron para intentar fotografiarse con ellos, Letizia contestó: “No nos hacemos fotos”.
En un muy conocido centro comercial en el madrileño Paseo de la Castellana. La Princesa decidió dedicarse una jornada de compras, como hace cualquier mujer. En esta ocasión, acudió sin el Príncipe dispuesta a adquirir algunos productos de belleza. Doña Letizia se acercó al stand de una prestigiosa marca de cosméticos solicitando unas sales de baño específicas. Pero no pudo, ya que la dependienta, amablemente, le dijo que no trabajaban ese producto por la poca demanda que tenía. Entonces, la representante de la marca se llevó una sorpresa. Al parecer, la Princesa añadió: “Claro, es que a mí me las traen de Japón”.
Desde que la infanta Leonor comenzó a ir al colegio Los Rosales de Madrid, no se permite hacer fotos en el centro. Incluso se rumorea que ha ordenado que los conserjes revisen que nadie, alumnos incluidos, entren con dispositivos móviles para grabar o fotografiar.
En sus salidas privadas, los Príncipes, bueno, en concreto sus guardaespaldas, han tenido varios encuentros no previstos con los fotógrafos.
Donde la princesa demuestra que no tiene pelos en la lengua es cuando habla con su marido. Por ejemplo, el periodista Gustavo González cuenta esta anécdota: “Los Príncipes fueron con unos amigos a cazar. Era la primera vez para ella, pero en cuanto le contaron el plan, hombres y mujeres por separado, Letizia se negó en rotundo argumentando que era algo muy machista. A la mañana siguiente, antes de salir al campo, se marcharon. Imagino que debieron tener una buena discusión…”.
A lo largo de estos diez años, ha sido famoso su roce con el periodista Jaime Peñafiel. El veterano contertulio cuenta que la mayor impertinencia que tuvo con él fue el día que le entregaron la Medalla de Oro de Madrid al Príncipe Felipe. Fue incluso antes de casarse. Señalándome con el dedo, le dijo: ‘Mírame a los ojos. ¿Yo estoy triste?’ Jaime le contestó que nunca había dicho eso porque no lo creía. ‘Pocas mujeres han hecho su sueño realidad’, le comentó. Fue muy desagradable. Perdió los papeles porque no se controla y quiere ser la más. Además, me pidió que no me metiera más con sus tacones…», confiesa Jaime Peñafiel.
Otra anécdota. Según contó en ‘El programa de Ana Rosa’ Máxim Huerta, que asistió a la recepción en Roma, la princesa estuvo en una sala apartada durante todo el evento, sin hablar con nadie y tan sólo se acercó a su marido al final de la velada para decirle “me parece que esto está acabando, deberíamos salir ya, nos van a echar”. Los asistentes se quedaron mudos ante tal comentario.

Errores de protocolo

También han sido muy criticados sus errores de protocolo. No sabemos si por confusión o queriendo. En 2012, en Valladolid, durante el día de las Fuerzas Armadas, justo cuando los reyes y los príncipes accedían a la tribuna presidencial. En ese momento, la princesa de Asturias se dirigió, muy decidida, a ocupar un sitio a la derecha de don Felipe, un lugar que no le correspondía, pues debía colocarse a su izquierda, justo detrás de la reina Sofía. Fue entonces cuando su marido le cortó el paso y, como preguntándole dónde iba, le indicó cuál era su asiento. Por los gestos que pueden apreciarse en el vídeo, parecía decirle: «No, ahí no, en este otro sitio, á mi izquierda, detrás de mi madre«. Doña Letizia, muy obediente, se colocó rápidamente al lado de su esposo, que ocupaba su asiento situado detrás del rey.
Para terminar, la asturiana ha tenido a sus enemigos dentro de casa. Ya que sus propios familiares han escrito libros donde han contado detalles demasiados íntimos, como ocurrió con su primo.