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Kristen Stewart y Robert Pattinson disfrutan de su amor en Malibú. Los actores siguen aprovechando hasta el último minuto de sus vacaciones, antes de que sus respectivos trabajos les obliguen a separarse de nuevo, y en esta ocasión lo han hecho en Malibú, concretamente en la casa de la madre de Kristen Stewart, donde se han divertido junto a varios amigos practicando paddle board en la playa privada de Jules, además de otras actividades como cualquier pareja normal y corriente, y sin llamar demasiado la atención, algo que sus fans adoran de ellos a pesar de que a veces es inevitable.
Kristen Stewart y Robert Pattinson han protagonizado una de las historias de amor más comentadas de los últimos años, y es que a pesar de haber sufrido algún que otro altibajo, en la actualidad, están disfrutando de su relación al máximo, tan enamorados como el primer día.
Desde que el actor londinense regresara de su rodaje en Australia, cuando todos pensábamos que lo suyo estaba completamente muerto y enterrado, ambos nos sorprendieron con su reconciliación definitiva, y desde ese momento, se han mostrado como verdaderos quinceañeros en todo momento.
Estas últimas semanas, Pattinson se está tomando un descanso entre los múltiples proyectos que tiene en mente, y les hemos podido ver juntos paseando por Los Feliz, o mostrando su amor en el Festival de Coachella, además de enterarnos de los muchos regalos que le hizo a Kristen Stewart por su 23 cumpleaños, entre los que se encontraba un anillo de su abuela.
Durante los últimos días, la pareja de actores ha decidido seguir aprovechando hasta el último minuto juntos, y lo han hecho en la residencia que posee Jules, la madre de Stewart y gracias a la que siguen juntos tras su ruptura en Malibú, con playa privada incluida.
Tal y como ha declarado una fuente cercana al portal Hollywoodlife: «Ayer Kristen hizo una pequeña reunión en la casa de su madre en Malibú. Rob y su amigo Marcus Foster, y algunos otros amigos estaban allí», añadiendo: «Por la mañana practicaron paddle board en la playa privada donde vive Jules. Rob y Kristen han estado esperando para pasar el mayor tiempo posible el uno con el otro antes de irse», además de afirmar que a la actriz no se le da demasiado bien este deporte: “Rob quiere enseñar a Kristen el paddle board, pero ella piensa que el agua está demasiado fría y prefiere cocinar. Es gracioso verla allí al final con un traje de neopreno».
Otro testigo de la estación de Chevron que les vió allí, destacó su discreción por encima de todo: «Rob y Kristen son las dos personas más bonitas que he visto. Vienen aquí siempre y son tan normales como pueden ser. Totalmente con los pies en la tierra», añadiendo: «Compraron chicles, fueron a tomar una copa, sólo cosas normales que las personas corrientes compran. Parecían felices, sonrientes. No son pijos ni nada de eso».
Esperamos que esta bonita etapa les dure indefinidamente, y que sigan disfrutando tanto como hasta ahora de su amor.