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Su corazón no aguantó más. Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, para todos la duquesa de Alba, ha muerto a los 88 años de edad. Conocida por su simpatía y por hacer siempre lo que le dio la gana, ha muerto en su Palacio de Dueñas. Allí donde ella decidió morir, después de pedir su marcha del hospital donde se encontraba atendida de una neumonía que se ha complicado. Ha fallecido rodeada de todos sus hijos y de su marido, Alfonso Díez. En las puertas de la residencia andaluza se han concentran muchos grupos de personas que quieren darla el último adiós.
La duquesa de Alba ha muerto a los 88 años de edad. No ha superado la neumonía que sufría desde el pasado domingo. Estaba en situación de insuficiencia respiratoria secundaria, aneumonía de la comunidad, asociada con arritmia cardiaca y repercusión hemodinámica. El pasado martes, Cayetana Fitz-James Stuart fue trasladada a su residencia sevillana en el Palacio de Dueñas, después de pedir el alta voluntaria, ya que todo hacía presagiar la mala noticia. Fue su amiga Carmen Tello la que dejó pocas dudas de su estado de salud: «Está muy malita, todos rezamos por ella». La capilla ardiente de la Duquesa de Alba se instalará en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla .
Toda su familia, su marido Alfonso Díez incluido, ha estado presente en el final desenlace. Además, son muchas las personas que se han aglutinado en las puertas de su casa para darle un último homenaje. De Cayetana se dirá lo de ‘genio y figura hasta la sepultura’, ahora bien, con su genio, quizás se levante y baile sus últimas sevillanas, su gran pasión, junto al arte.
Así fue su vida
Cayetana nació la noche del 28 de marzo de 1926 en una de las habitaciones del Palacio de Liria. Fue la primera y única hija de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba y María del Rosario de Silva y Gurtubay.
Fue bautizada el 17 de abril en el Palacio Real, siendo sus padrinos el rey Alfonso XIII y su esposa la reina, Victoria Eugenia. Para su bautizo se trajo la pila bautismal de Santo Domingo de Guzmán, una pila que sólo se utilizaba para bautizar a monarcas o sus descendientes. Recibió los nombres de María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay. Pero para todos siempre ha sido Cayetana, nuestra Duquesa de Alba.
Cayetana, siguiendo las recomendaciones de su padre, contrajo matrimonio con el ingeniero industrial Luis Martínez de Irujo y Artázcoz (1919-1972), hijo de los duques de Sotomayor y marqueses de Casa Irujo, en una celebración que tuvo lugar en la catedral de Sevilla el 12 de octubre de 1947. De esta relación nacieron todos sus hijos. Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia, siendo estos dos últimos los dos más mediáticos, y siempre presentes en la prensa del corazón. Sobre todo ella, después de su separación del torero Fran Rivera.
Se casa de nuevo
Tras enviudar de su primer esposo en 1972, la duquesa se volvió a casar el 16 de marzo de 1978 con Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate (1937-2001), doctor en Teología, cuya condición de ex-sacerdote jesuita e hijo de madre soltera causó una gran polémica en su momento. principios del año 2008, comenzaron a surgir rumores sobre una posible relación de la duquesa con el funcionario Alfonso Díez Carabantes, a quien había conocido muchos años antes gracias a su amistad con Jesús Aguirre. Y contra todo pronóstico, incluso contra la voluntad de sus hijos, Cayetana se casó con él y llevaban ya tres años juntos. Sus vacaciones siempre han sido portada en las revistas del corazón.
De esta manera, nos dice adiós una grande de España, sus títulos así lo dicen, lo es por 18 veces. Una mujer que vivió a su manera y fue ejemplo para muchas. Ahora, sin ella, Sevilla tiene un poco de menos de color especial. Descanse en paz, duquesa.
