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La hija de Estefanía de Mónaco, Paulina Ducruet, la auténtica protagonista de una gala benéfica. Hace unos días, el Principado de Mónaco vivió otra de sus muchas galas benéficas, y en esta ocasión la gala anual Fightaids dedicada a recaudar fondos contra el SIDA, de cuya Asociación es Presidenta la Princesa Estefanía de Mónaco, quien acudió con dos de sus tres hijos, entre los que destacó la joven Paulina Ducruet, de 19 años, que sin duda ha heredado la belleza de su abuela Grace Kelly, y que acaparó todos los flashes con un look black & white, del mismo estilo que su madre y su hermano Luis.
La Princesa Estefanía de Mónaco siempre ha estado algo desvinculada de los compromisos de la Casa Real Monegasca, siendo sus hermanos Alberto y Carolina los máximos representantes, por lo que en muchas de sus apariciones oficiales, como el Baile del Amor donde la modelo Natalia Vodianova reunió a los Grimaldi hace unas semanas, ella no apareció.
En cambio, Estefanía siempre ha estado muy ligada a varias causas benéficas, como la lucha contra el SIDA, por lo que hace 9 años fundó una Asociación por la causa en Mónaco, que cada año celebra la gala Fightaids para recaudar fondos.
Esta edición se celebró en el Sporting Club de Montecarlo hace unos días, y allí estuvo la Princesa de Mónaco, con minifalda negra y blusa blanca presumiendo de bronceado, pero como novedad acudió con sus dos hijos mayores, Paulina y Luis, de 19 y 20 años respectivamente, fruto de su relación con Daniel Ducruet, mientras que la gran ausente fue Camille Gottlieb, de 15 años, que tuvo durante su romance con su guardaespaldas Jean-Raymond Gottlieb.
Los tres lucieron looks en black & white de lo más estilosos, pero sin duda la que acaparó todas las miradas fue la joven Paulina, que deslumbró con un pantalón negro de cintura alta, combinado con blusa blanca con mangas acampanadas, sandalias de tacón de ante en color coral, y un clutch negro, demostrando que ha heredado con creces la belleza tanto de su abuela Grace Kelly como de su prima Carlota de Mónaco, quien recientemente celebró su último cumpleaños antes de ser madre.
Su hermano mayor por su parte, se decantó por unos modernos pantalones de cuero negro, con camisa blanca de cuello mao y americana negra con zapatos de charol con cordones.
Los invitados a la subasta benéfica disfrutaron de una cena de 170€ el cubierto, seguido de un concierto del cantante canadiense francófono Garou muy especial, con el que más tarde posaron madre e hija.
Una gala benéfica por una buena causa, que esperamos no deje de repetirse en mucho tiempo.
