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Los detalles de la boda real de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher. El pasado sábado, y a pesar de ser un enlace de rango inferior ya que ninguno de ellos es heredero al Trono, la Provenza francesa se vistió de gala para acoger el enlace religioso del Príncipe Felix de Luxemburgo y Claire Lademacher en la basílica de Sainte-Marie-Madeleine de Saint-Maximin-la-Sainte-Baume donde la novia deslumbró con su vestido impecable, además de varias de los 370 invitados que acudieron al romántico enlace, como Beatrice Borromeo, que sin duda llevó el glamour de Mónaco de la mano de Pierre Casiraghi.
Por fin llegó el gran día, la boda religiosa del Príncipe Felix de Luxemburgo y Claire Lademacher el pasado sábado, cuatro días después de darse el ‘si quiero’ por lo civil en la tierra natal de la novia, con una ceremonia celebrada en la basílica de Sainte-Marie-Madeleine de Saint-Maximin-la-Sainte-Baume, una localidad próxima a Marsella.
Multitud de turistas, además de los 370 invitados que fueron testigos del enlace, se acercaron a la Provenza francesa, donde el pasado mes de mayo contrajeron matrimonio Keira Knightley y James Righton, para no perderse detalle de este gran acontecimiento, además de descubrir uno de los secretos mejor guardados, el vestido de la novia.
Cuando Claire Lademacher se bajó del Rolls Royce Phantom plateado acompañada de su padre, todos quedaron impresionados al comprobar la elegancia de su modelo, un diseño de Elie Saab de encaje con un largo velo bordado, enganchado de la tiara de diamantes preferida de la Gran Duquesa María Teresa.
Durante el enlace ante el altar todo salió a la perfección, y allí se intercambiaron las sencillas alianzas de oro con unas bonitas palabras, antes de salir ante la multitud y saludar de lo más felices, para más tarde fundirse en un romántico beso a petición del público.
En cuanto a los invitados, pudimos encontrar por supuesto a los Grandes Duques de Luxemburgo, destacando el modelo fucsia de María Teresa con bordados en la parte superior, los padres de la novia, Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo, Pablo Luis, Sibilla y Guillermo de Luxemburgo, Lauren de Bélgica, Isabel de Liechtestein, o los archiduques Christoph y Adelaide de Austria, además de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, de los más elegantes de la ceremonia.
Los novios pidieron como a sus invitados que donaran sus regalos a dos organizaciones benéficas, Iniativ Liewensufank, que se ocupa de las futuras madres en sus partos y en los primeros meses del bebé, y la alemana Björn Schulz, que apoya a las familias de niños con cáncer.
Una boda real inolvidable y repleta de amor que esperamos perdure durante toda la vida.