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Amy Winehouse murió por el abuso «accidental» del alcohol. Al final no fueron las drogas ni el síndrome de abstinencia, fue el alcohol. La famosa cantante británica murió de forma accidental por una ingesta masiva de alcohol, tal y como indica el informe del forense. Amy Winehouse tenía en las venas 416 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre, es decir, su tasa de alcoholemia era cinco veces superior a lo permitido por las leyes británicas para conducir un coche. Según fuentes cercanas, la cantante llevaba tres días sin beber, hasta que el 22 de julio empezó a beber, lo que al final le costó la vida.
El pasado verano, el 23 de julio para ser exactos, los medios de comunicación abrían sus informaciones con la muerte de la cantante Amy Winehouse en su casa de Candem (Londres) donde fue encontrada sin vida por uno de sus guardias de seguridad. Tras pensar que la artista estaba dormida la primera vez que entró en su habitación, cinco horas después se sobresaltó al ver que Amy seguía en la misma posición.
Desde entonces han surgido miles de rumores sobre la muerte de la cantante de 27 años ya convertida en mito, ya que la autopsia que se la practicó en su día no aclaró las causas de la muerte y los análisis toxicológicos revelaron que no tenía sustancias ilegales en el cuerpo. Por ello, empezaron a surgir voces difundiendo la idea de que la cantante había muerto precisamente por dejar las drogas, es decir, que el síndrome de abstinencia había sido más fuerte que ella.
De algún modo fue así, pero en esta ocasión no fue por sustancias ilegales, sino por el alcohol, ya que después de llevar tres semanas sin beber, ingerir la cantidad de vodka que bebió aquella noche fue un cóctel mortal compuesto de tres botellas de vodka vacías, dos grandes y una pequeña, que se encontraron en la habitación de Amy Winehouse.
La juez forense (coroner en inglés) sintetizó que la cantante había consumido suficiente alcohol, 416 miligramos por decilitro de sangre, como para que la inesperada consecuencia de esos niveles potencialmente fatales fuera su súbita e inesperada muerte.
El padre de la cantante, Mitch, acudió ayer al juzgado para escuchar el informe del forense y sigue manteniendo desde que ella murió, que su hija había conseguido ganar la batalla personal contra las drogas.
Desde que Amy Winehouse perdió trágicamente la vida el pasado julio, numerosas informaciones han surgido alrededor de su figura, como posibles películas sobre su vida, la cuantía de su herencia, etc. Pero lo único cierto, es que la cantante de 27 años y con tan solo dos discos en el mercado, ha pasado a la historia de la música británica. Desde el último fin de semana de julio cuando sucedió el fatídico suceso las ventas de su álbum Back to black se ha convertido en lo más vendido en el Reino Unido en lo que llevamos de siglo.