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Alejandra Silva es la española que ha conquistado el corazón de Richard Gere. Una joven gallega de 32 años que ha visto cumplido el sueño de cualquier mujer: besar al protagonista de Pretty Woman. Bien es cierto, que el actor no se mantiene como hace años, pero aún mantiene su encanto. El caso es que ya se les ve juntos y presumen de irse de vacaciones. No te pierdas el currículum de Silva porque también tiene su pasado amoroso con otros famosos.
A Richard Gere el corazón le late a ritmo de amor español. Y es que, el actor de Pretty Woman, que este año cumple 25 desde su estreno, se ha enamorado de Alejandra Silva, una gallega de 32 años , que está muy bien relacionada con la «beautiful people» vernácula que se ha formado en Leweston School, un prestigioso colegio católico para señoritas del Reino Unido, y en el tradicional Mater Salvatoris de Aravaca.
La primera aparición pública de Gere y Silva ocurrió en la noche del miércoles durante una cena en honor al actor celebrada en el marco del Festival de Cine de Taormin. Anteriormente se les había podido ver disfrutando de unas vacaciones en la playa e incluso encima de un yate. Ahora ella vive entre Nueva York y Madrid, y Richard ya ha venido varias veces a la capital para verla. Así que no te extrañe si un día te encuentres al galán caminando por Gran Vía, al igual que se le ha visto en San Sebastián durante el festival de cine.
A punto de separarse de un millonarioAlejandra también está tramitando el divorcio de su primer marido, el heredero americano Govind Friedland, hijo del magnate estadounidense Robert Martin Friedland. Su separación, que ha sido amistosa, pacífica y de mutuo acuerdo, se produjo hace año y medio y están a punto de firmar los papeles. Además en su pasado amoroso también aparece el que fuera jugador del Real Madrid, Roberto Carlos. La pareja se conoció en el ámbito blanco ya que el padre, el empresario Ignacio Silva, fue vicepresidente del equipo blanco bajo la presidencia de Lorenzo Sanz.
Pues nada, les deseamos mucha felicidad a esta pareja, que no ha visto en la diferencia de edad, un obstáculo para enamorarse. Seguramente que Alejandra, cuando veía en su casa las películas de Gere, podría pensar que algún día, ella sería la que tuviera entre sus brazos.
