Vitamina B3: Poderoso efecto antibacteriano

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Vitamina B3: Poderoso efecto antibacteriano. Forma parte de la familia de la vitamina B, esencial en una dieta variada y equilibrada cuyo objetivo es invertir en salud y en prevención de enfermedades. Pero, ¿qué hace diferente a este tipo de vitamina? Su poderoso efecto antiinfeccioso y, en concreto, su capacidad para poner freno a las infecciones que cursan con la bacteria denominada estafilococo, las cuales por cierto son cada vez más resistentes a los tratamientos farmacológicos.
 
Las vitaminas son, junto a los minerales, nutrientes esenciales de una dieta rica, variada y equilibrada, la premisa básica para que nuestro organismo funcione como un reloj y nos mantenga alejados los problemas o trastornos de la salud. Dentro de la familia de la vitamina B se incluyen diferentes tipos. Así, por ejemplo, la vitamina B1 es necesaria para obtener energía a partir de los alimentos; la B6 aprovecha las proteínas y la B12 ayuda a la formación de los glóbulos rojos y a regenerar los tejidos. ¿Y la B3? Según estudios recientes, la vitamina B3, también denominada nicotinamida, ayuda a la prevención de infección por estafilococo, infección por cierto cada vez más resistente a la acción de los antibióticos. De hecho, los expertos consideran que si se administra en dosis elevadas, siempre bajo prescripción médica, es capaz de multiplicar hasta por mil su capacidad de destrucción. Un efecto que se consigue gracias a la proliferación de los llamados neutrófilos, glóbulos blancos cuyo papel es aplacar a las bacterias más dañinas.
 

¿Dónde se encuentra la vitamina B3?

Entre las principales fuentes de este tipo de vitamina podemos enumerar los huevos, legumbres, pescado, leche o carne de hígado, entre otras. Además de ayudar a prevenir infecciones, hay otra serie de propiedades y beneficios para nuestra salud que también se le atribuyen a la vitamina B3, entre ellos el de prevenir los niveles altos de colesterol y de triglicéridos, previene las alteraciones cardiacas, alivia los episodios de migrañas, ayuda a controlar la presión arterial y es indispensable en la producción de energía junto a otras del complejo B.
 
Además, a la vitamina B3 también le reconocen efectos saludables en el aparato digestivo y en la elaboración de insulina (estabilizador de la glucosa en sangre), fortalece el tono muscular y mejora la salud de nuestra piel, un efecto que también es implícito en otras vitaminas del tipo B. Por su parte, cuando presentamos un déficit de este tipo de vitamina pueden aparecer problemas o trastornos de salud del aparato digestivo (vómitos, diarreas, entre otros), de la piel (erupciones cutáneas, dermatitis o psoriasis, entre otras) o del sistema nervioso (ansiedad, insomnio o depresión). Otros síntomas de que podemos tener un déficit de este tipo de vitamina son los sofocos, la fatiga, astenia o debilidad muscular.
 
Tal y como hemos señalado, las vitaminas son imprescindibles para nuestro organismo. A medida que ganamos años necesitamos la misma cantidad o más de vitaminas y minerales, de la misma manera que también pueden variar nuestras necesidades de calorías. No hay que olvidar que cuando nos hacemos mayores a nuestro organismo le cuesta más extraer los nutrientes de los diferentes alimentos. Llevando una dieta sana y equilibrada, en la que no falten los minerales y vitaminas necesarias, nuestra salud estará bien protegida.

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