Los trastornos alimenticios en la adolescencia pueden convertirse en un gran problema si no se solucionan a tiempo. Anorexia, bulimia, obesidad… son enfermedades que pueden afectar a los jóvenes a causa de los cambios que sufren, el estrés, la presión del entorno, los problemas familiares, los modelos que nos imponen los medios de comunicación… Es muy importante prestar atención para detectar las señales de alarma que te indiquen que existe un problema en su alimentación y, por tanto, en su salud.
Los adolescentes son más vulnerables e inseguros y, por eso, puede afectarles más todo lo que pasa a su entorno repercutiendo en su salud. Los trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia son más comunes por esta razón entre los jóvenes y esconden problemas emocionales mucho más graves que manifiestan de esta forma.
La anorexia consiste en el temor a engordar, ingiriendo cada vez menos cantidades de comida; y la bulimia, se manifiesta en forma de atracones de comida ante situaciones de estrés o nervios que se alternan con ayunos excesivos y vómitos autoprovocados después de comer.
Pero ¿cómo podemos detectar qué existe un trastorno alimenticio?
- Los adolescentes con este problema evitan las situaciones sociales que impliquen comidas. Salen menos con los amigos, se inventan algún pretexto para no acudir a una comida familiar…
- Su carácter se agria y se vuelven mucho más tristes. Se enfadan con regularidad y se sienten muy solos debido a que su problema les hace aislarse del resto.
- Su autoestima baja cada vez más y según empeora su enfermedad se van sintiendo peor consigo mismo. Aunque cada vez están más delgados y delgadas, ellos siguen sin verse bien y se frustran por no lograr sus objetivos.
- Respecto a los cambios físicos y estéticos, las personas que padecen este tipo de problemas suelen tener frío a menudo y visten con ropas más anchas.
- También es importante que te fijes cuando come. Si notas que juega en exceso con la comida, la parte en trocitos muy pequeños, deja mucho en el plato o controla obsesivamente las calorías que ingiere pueden ser indicios de que sufre un trastorno alimenticio.
Si la alarma se ha encendido síntoma de que existe un problema, lo mejor es que intentes ayudarle cuanto antes recurriendo lo primero a un especialista que detecte si de verdad padece un trastorno alimenticio. Si es así, él te aconsejara como actuar según la gravedad de la enfermedad. Pero, ten en cuenta, que lo más importante será darle todo tu cariño y que sienta que no está sólo. Además, es aconsejable visitar a un psicólogo ya que, como te hemos dicho, la anorexia o la bulimia esconden problemas emocionales más graves.