Tomar dos raciones de pan cada día, 140 gramos y si es integral mejor, es suficiente en una dieta sana y equilibrada. El pan es un alimento que no debemos excluir de la dieta, entre otros motivos por los beneficios que reporta para la salud y, en concreto, para la salud cardiovascular. De hecho, la ciencia ha constatado que comer pan cada día puede ayudar a disminuir los riesgos de padecer patologías cardiovasculares.
Beneficios del pan para la salud
El pan no solo no engorda, sino que es esencial en la dieta mediterránea y, tal y como apuntan los especialistas en nutrición y salud, puede ser un buen aliado para proteger nuestro corazón. Lo recomendable es incluir al menos dos raciones de pan en la dieta diaria, lo que se traduce en dos porciones de 70 gramos cada una. Pan que, si es integral, mejor, y no porque el resto de variedades sean menos nutritivas, sino porque una dieta rica en fibra cereal ayuda a disminuir los riesgos de otros problemas de salud como puede ser la diabetes. Un beneficio que se consigue gracias a la fibra, la cual ayuda a que el azúcar entre más despacio en el organismo.
Hay que subrayar que los beneficios del pan, al igual que los de cualquier otro alimento, se extraen cuando forman parte de una dieta equilibrada. Beneficios constatados en un estudio de la Universidad de Barcelona, con la participación de más de 200 personas de edad avanzada y con mayor riesgo cardiovascular. Los resultados apuntaron que las personas que comen pan todos los días (blanco o integral) tienen niveles más reducidos de colesterol malo y más altos de colesterol bueno, es decir, presentan un perfil lipídico más equilibrado.
Propiedades del pan
El pan es una fuente extraordinaria de hidratos de carbono y de proteínas. Rico en minerales (calcio, zinc o hierro, entre otros) y vitaminas, especialmente del grupo B (B1, B2, B3, B6, B9 o ácido fólico). Entre los hidratos de carbono, destaca el almidón, el cual se convierte en glucosa proporcionando a nuestro organismo la energía necesaria durante más tiempo. Hidratos que también favorecen la actividad cerebral, la tensión arterial y el correcto funcionamiento del intestino.
Tipos de pan
Cada pan, en función de sus ingredientes, reporta unos beneficios concretos. Hoy en día encontramos una amplia variedad a la que además se añaden otros ingredientes, como frutos secos por ejemplo. Vamos a ver cuáles son los principales tipos de pan:
Pan blanco
Las clásicas barras de pan, barras rústicas o baguetes. Es un pan apetecible y nutritivo.
Pan integral
Elaborado con harina integral aporta más vitaminas y minerales que el pan blanco.
Pan de salvado
Para su elaboración se añaden fragmentos de salvado a la harina, para aumentar la cantidad de fibra.
Pan de centeno
Contiene menos gluten y al comerlo resulta menos esponjoso, pero es un pan, por ejemplo, perfecto para la dieta de personas con artritis.
Pan de cereales
Rico en vitaminas, minerales y fibra gracias a la combinación de cereales.
Pan sin sal
Pan elaborado sin sal.
Pan de maíz
Cuando se utiliza harina de maíz para su elaboración, cuya particularidad reside en que no contiene gluten. También se puede hacer pan de harina de arroz.
Pan sin levadura
La pita, tortitas de maíz son algunas de las variedades de este tipo de pan.
Mitos sobre el pan
El pan, dentro de una alimentación equilibrada, no engorda. Precisamente éste ha sido uno de los mitos que durante tiempo ha rodeado al pan y que la ciencia se ha encargado de desmontar. Diferentes estudios realizados han constatado que no hay razones que justifiquen su exclusión de las dietas hipocalóricas o dietas de adelgazamiento. De hecho el pan es un alimento básico en la dieta de los adultos y de los niños para prevenir el sobrepeso. A este respecto un estudio realizado en la Universidad Complutense de Madrid constató que los niños que toman más pan tienen un menor riesgo de padecer sobrepeso u obesidad.
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