Peso: Las etiquetas nutricionales ayudan a estar delgada. En concreto, entre leer y no leer la diferencia se puede traducir hasta en cuatro kilos. Así lo han constatado los investigadores en un estudio que ha indagado en la relación entre el hábito de leer la información nutricional de los productos que forman parte de la cesta de la compra y el índice de masa corporal. Un hábito que constata una mayor preocupación por la alimentación y la salud, reportando un beneficio que es el conseguir mantener el peso.
¿Sabías que las etiquetas nutricionales pueden ayudar a mantener nuestro peso? Puede resultar curioso, pero el consejo viene avalado por los resultados extraídos del estudio realizado por un grupo internacional de investigadores, liderados por la Universidad de Santiago de Compostela, y con los datos tomados de la encuesta National Health Interview Survey del Centro Americano para el Control y Prevención de las Enfermedades. Datos entre los que se encuentran los hábitos de consumo, de compra y de salud. Y entre esos indicadores, la lectura de las etiquetas nutricionales y con qué frecuencia. Lo sorprendente del estudio, lógicamente, es que sin saberlo teníamos un aliado al alcance de la mano, y no el hecho en sí de seguirlo, algo que sí hace la mayoría de las mujeres, en concreto el 74%.
Este hábito no solo constata una mayor preocupación por la salud, sino que se traduce en beneficios, ya que las personas que más tienen en cuenta las etiquetas resulta que mantienen mejor su peso y además están más delgadas. En concreto, la diferencia es de 3,91 kilos (para una mujer con una altura de 1,62 y un peso de 74 kilos).
No es la única diferencia entre los que las leen y los que no. Así, la población fumadora resultó ser la que menos examina esta información. Esto puede ser debido, como señalan los autores de este estudio, a que tampoco siguen otros hábitos saludables, entre ellos precisamente el dejar de fumar.
Los investigadores han elaborado un perfil de los que más leen las etiquetas a la hora de planificar la cesta de la compra, algo que como hemos señalado anteriormente hace el 74% de las mujeres frente al 58% de los hombres. Asimismo, también influye vivir en la ciudad y el nivel de educación medio-alto (el 40% de la población con estudios de enseñanza media lee las etiquetas y el 17% con educación universitaria).
Otra diferencia que arroja el estudio el impacto que se puede asociar con el peso, mayor en el caso de las mujeres. Así, de media, las mujeres que tienen en cuenta las etiquetas nutricionales presentan un índice de masa corporal de 1,48 puntos menos, frente al escaso 0,12 en el caso de los hombres.
Las conclusiones de este estudio, como apuntan los investigadores, es que podría ser el punto de partida para una aliada contra la prevención de la obesidad. Uso de unas etiquetas que los especialistas también apuestan por incluir en los menús de los restaurantes y establecimientos en los que se sirva comidas y dirigidas a la población que de manera habitual come fuera de casa.
