Obesidad infantil: ¡Deja a tus hijos elegir los alimentos! Somos lo que comemos, y para ello es importante aprender a comer y a saber distinguir los alimentos y sus propiedades, y de ahí la importancia de enseñar a los más pequeños de la casa a llevar unos hábitos saludables. Una educación en alimentación que, como aconsejan los médicos y expertos en nutrición, debe implicarles y hacerles partícipe, dejando por ejemplo que elijan los alimentos del menú entre las opciones saludables de una dieta equilibrada.
Aunque los padres y adultos tengamos tendencia a pensar que debemos vigilar hasta el más mínimo detalle de la alimentación infantil, no siempre debemos ser estrictos y demasiado disciplinados a la hora de elegir el menú más adecuado. Y es que una alimentación correcta es la premisa básica para evitar trastornos como la obesidad, cuya prevalencia preocupa sobre todo entre los más jóvenes, pero adquirir unos hábitos saludables requiere una educación para conocer lo que comemos y cómo lo comemos. Por eso es importante que los más pequeños se impliquen a partir de una determina edad (en torno a los dos años) en la elaboración del menú y en la elección de los alimentos.
La recomendación viene avalada por el estudio desarrollado por la Universidad de Nottingham, cuyos resultados constataron que, a partir de una edad, es conveniente darles a elegir porciones de diferentes alimentos para que sean ellos los que elijan. Consejo que también podría ayudar a los niños con problemas para comer o que necesitan tomar vitaminas, ya que en ocasiones es el propio menú el que no despierta su interés y, por tanto, lo rechazan directamente. Darles a elegir, implicarles en las comidas, tiene un efecto positivo sobre sus hábitos y, por tanto, a la larga, como subrayan los médicos, en su salud y en la reducción de factores de riesgo de la obesidad u otros problemas de alimentación.
En la investigación llevada a cabo en Reino Unido participaron más de 150 niños de entre 20 meses y los seis años. A un grupo mayoritario se les dio la posibilidad de elegir entre distintos bocadillos de alimentos variados, mientras que a un grupo menor se le dio como menú las papillas elaborados por sus propios padres. Todos los menú incluyeron los alimentos y nutrientes principales (hidratos de carbono, proteínas, vitaminas…).
A la hora de analizar los resultados, resulta que entre los niños que habían elegido lo que querían comer el porcentaje de obesidad y sobrepeso era menor. Es decir, según los investigadores y autores del estudio, los niños regulan por sí mismo, aprender a hacerlo, el consumo y la necesidad de alimentos que necesitan, lo que se traduce en una índice de masa corporal menor. Entre los niños además se detectó su preferencia por los alimentos más sanos, sobre todo por los carbohidratos.
