Obesidad infantil: consecuencias. Una mala alimentación en los más pequeños de la casa puede derivar en unas secuelas dañinas para su salud. Pero ¿cuáles son estas consecuencias? ¿Cómo podemos evitar la obesidad infantil en los niños? Lo primero es inculcarles (también con el ejemplo) hábitos alimenticios adecuados para que crezcan sanos y fuertes y comprendan lo importante que es para su salud llevar una dieta sana y equilibrada. Es normal que al principio no lo entiendan y les cueste comer algunos alimentos, pero si eres constante según vayan creciendo te lo agradecerán.
Las causas principales de la obesidad infantil se deben a unos malos hábitos alimenticios y el estilo de vida sedentario que llevan muchos niños. Es fundamental que no descuides su alimentación y le des la importancia que se merece para evitar el problema antes de que se produzca y así prevenir todas las posibles consecuencias en su salud como pueden ser la hipertensión arterial, problemas de huesos y articulaciones, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, un alto nivel de colesterol, trastornos del sueño o desarrollo prematuro en las niñas.
No obstante, la obesidad infantil no sólo puede tener consecuencias en su salud física, sino también puede conllevar ciertos problemas psicológicos al sentirse diferentes al resto o rechazados por su aspecto físico lo que puede provocar depresión, baja autoestima u otros trastornos alimenticios en la adolescencia como la anorexia o la bulimia.
Por todas estas posibles consecuencias es fundamental prevenir la obesidad infantil prestando especial atención a su alimentación desde que son pequeños
