Obesidad abdominal: ¡Evita el alcohol para prevenirla! El consumo excesivo y continuo de bebidas alcohólicas, incluida la cerveza y el vino, aumenta los riesgos de padecer obesidad, acompañada del incremento del perímetro de la cintura y del Índice de Masa Corporal. La obesidad es uno de los trastornos de alimentación y de peso cuya prevalencia sigue en aumento, de ahí que se haya convertido en uno de los retos de la investigación médica el descifrar todas las causas que aumentan los riesgos de padecerla.
La alimentación es una premisa básica de salud y en el caso de la obesidad su papel es fundamental. Lo que comemos, lo que bebemos, influye en nuestro organismo. Y precisamente, el último estudio realizado constata la relación entre los riesgos de padecer obesidad y el consumo continuado de bebidas alcohólicas. Una cosa es tomar un vaso de vino o una cerveza, un consumo que los médicos no desaconsejan e incluso en algunos casos la cerveza es una buena aliada, y otra muy distinta el consumo continuado durante largo tiempo.
La novedad de este estudio radica en que por primera vez se ha realizado a gran escala, con la participación de más de 250.000 personas de nueve países (España, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Grecia, Noruega, Reino Unido y Suecia). Un estudio, publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, que concluye que el consumo de bebidas alcohólicas durante un largo periodo de tiempo tiene consecuencias para la salud como para el físico, ya que aumenta el perímetro de la cintura, eleva el Índice de Masa Corporal (en el caso de los hombres) y constituye un factor de riesgo de padecer obesidad abdominal con serias consecuencias.
Otro dato curioso extraído del estudio es cómo influye el consumo de determinadas bebidas, en concreto la cerveza y el vino. Los resultados son que la cerveza es menos beneficiosa para los pacientes que padecen obesidad o presentan riesgos de padecerla. Así, según este estudio, tomar tres vasos o más de cerveza (1-2 vasos diarios en el caso de las mujeres) eleva a un 50% las posibilidades de padecer obesidad abdominal. En el caso del vino, curiosamente, son las mujeres las que tienen más riesgo de desarrollar esta enfermedad. En concreto, tomar tres o más vasos aumenta las posibilidades al 60%, porcentaje que en el caso de los hombres se reduciría al 28%.
La mejor prevención contra la obesidad pasa por seguir una dieta sana y equilibrada y unos hábitos saludables a lo largo de nuestra vida. Hábitos entre los que debe estar la práctica de ejercicio físico, el cual nos reporta beneficios saludables y nos ayuda a prevenir trastornos cardiovasculares, diabetes u problemas de sobrepeso.