Mariscos y ácido úrico: ¡Cuidado en las comidas de Navidad!

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Mariscos y ácido úrico: ¡Cuidado en las comidas de Navidad! Los mariscos son, sin duda, uno de los ingredientes estrella de los menús navideños, pero aunque constituyen un auténtico manjar, es conveniente no abusar de ellos, ya que contienen ácido úrico, el cual, cuando se acumula puede entrañar un riesgo para nuestra salud. En concreto, el ácido úrico se concentra en las articulaciones produciendo dolor y los temidos ataques de gota. Alimentación y salud no están reñidos, todo lo contrario, simplemente se trata de no abusar de determinados alimentos.
 
Llegan las comidas y cenas propias de las fechas navideñas y si hay un ingrediente estrella en el menú ese suele ser el marisco. Sin embargo, al igual que los excesos a la hora de comer pueden provocar que ganemos unos kilos de más o que suframos dolores estomacales, abusar del marisco puede ser contraproducente para la salud ya que es el alimento que más contenido de ácido úrico tiene. El propio organismo puede generar ácido úrico. El problema surge cuando no lo eliminamos correctamente (sobre todo a través de la orina) y se acumula en las articulaciones. Si padecemos ácido úrico, los mariscos estarán terminantemente prohibidos en nuestra dieta. En caso contrario, no conviene abusar y aunque formen parte de nuestro menú, la mejor forma de prevenir trastornos de la salud es comer con moderación.
 
El ácido úrico es el resultado de la descomposición de las denominadas purinas que existen en determinados alimentos. El ácido úrico disuelto en la sangre, y tras llegar a los riñones, se elimina a través de la orina. Cuando nuestro organismo genera niveles superiores o no elimina este ácido pueden generar problemas de salud (hiperuricemia o gota).
 
No obstante, pese a los riesgos que pueda entrañar el consumo de marisco (entre los que también hay que tener en cuenta las intoxicaciones por una correcta conservación y/o preparación o las alergias alimentarias), también hay que subrayar que es un alimento con un interesante valor nutritivo, ya que tienen un alto contenido en proteínas, vitaminas (A y D) y minerales (fósforo, calcio y yodo), son bajos en calorías (un buen ingrediente de las dietas hipocalóricas) y en sodio. En el plano gastronómico, son un alimento fácil de preparar, si bien hay que recomendar no tomarlos en crudo, ya que pueden provocar trastornos gastrointestinales.
 
No son los únicos alimentos a controlar para prevenir el aumento de los niveles de ácido úrico. Así, también debemos tener cuidado con el exceso de carnes o con el pescado azul (sardinas, anchoas, arenque, caballa, entre otros), optando mejor por el pescado blanco y por la carnes bajas en grasas (pavo, pollo), así como con las vísceras (hígado, riñones, mollejas). El alcohol tampoco ayuda a eliminar el ácido úrico. Además, en el caso de padecer ácido úrico, la hidratación es muy importante, por lo que se recomienda beber mucha agua.
 
En caso de sufrir un trastorno de este tipo, sobre todo si hemos cometido excesos en la mesa, es aconsejable acudir lo antes posible al médico, para diagnosticar la causa y poner tratamiento.

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