Mandarinas: Consúmelas a pares. Dicen que lo bueno se presenta en formato pequeño, y en este caso debe ser cierto, porque esta pequeña fruta es el mejor aliado de nuestra dieta para afrontar con salud de hierro la bajada de las temperaturas y, con ello, los mayores riesgos de padecer gripes o resfriados. Tomar dos mandarinas al día, después de las comidas o entre horas, porque además son una saludable alternativa para picar entre horas, nos reporta la mitad de la vitamina C que una persona necesita.
Las frutas, junto a las verduras, son esenciales en la dieta diaria. Y, tal y como ya sabemos, apostar por la fruta de temporada nos reportará beneficios extras. Y entre estas frutas, cuando el termómetro empieza a bajar, destacan las mandarinas, esa pequeña fruta de color naranja, familia de los cítricos, que no puede faltar en nuestra dieta. Tal y como aconsejan los especialistas en nutrición, tomar dos mandarinas al día nos reporta la mitad de la dosis diaria de vitamina C que requiere nuestro organismo. Al igual que las naranjas, las mandarinas contienen ácido fólico, vitaminas (A, B y C), potasio, magnesio y calcio (este mineral, junto al fósforo, en esencial para garantizar la salud de nuestros huesos). Las vitaminas, nutrientes esenciales, ayudan al organismo a prevenir las infecciones.
También son ricas en fibra (pulpa y corteza especialmente), por lo que nos ayudan a mejorar el tránsito intestinal. En cuestión de beneficios para nuestra salud, podemos decir que las mandarinas son buenas para combatir los niveles de hipertensión arterial (por su alto contenido en potasio y bajo en sodio), las anemias, ayuda a reducir los niveles de colesterol y refuerza nuestras defensas. También, tal y como señalan los expertos en nutrición y salud, puede ayudar a calmar los nervios y a prevenir la ansiedad, al tiempo que es buena para conciliar el sueño.
Y, por supuesto, como hemos señalado al principio, la mandarina es una fruta ideal para prevenir las gripes y resfriados (mantiene en buen estado las mucosas respiratorias), al tiempo que alivia los problemas de la circulación sanguínea. No podemos olvidar que la mandarina, como cítrico, forma parte de la dieta más equilibrada y sana, la dieta mediterránea.
Mandarinas: Ricas en antioxidantes
Comparte el protagonismo de temporada con otras frutas, como pueden ser las uvas, y el alto contenido en antioxidantes. Las mandarinas también son una variedad de fruta muy valorada por los antioxidantes (carotenoides, betacarotenos y betacriptoxatina), los cuales ayudan a combatir los efectos de los radicales libres.
Además de sus propiedades nutricionales, las mandarinas también son una opción ideal si nos da por picar entre horas y evitar caer en la tentación de otros productos más saciantes pero que, a la larga, resultan menos saludables y pueden desequilibrar nuestra dieta si abusamos de ellos. Las mandarinas, además, por su bajo contenido en azúcares y su alto contenido en agua, son también un buen aliado si estamos siguiendo una dieta de adelgazamiento, ya que no aumentará la ingesta de calorías.
Y si eres fumadora, no olvides incluir mandarinas o cítricos en tu dieta para reducir los efectos del tabaco.