Cuando iniciamos una dieta para ganar la batalla a la báscula revisar los alimentos que tomamos cada día es el primer paso. En cuestión de alimentos para adelgazar, ¿se debe restringir el consumo de lácteos?, ¿es mejor la leche desnatada o de soja para bajar de peso?, ¿cuál elegir? De entrada hay que señalar que lo que no debemos hacer es eliminar los lácteos de la dieta, ya que son una fuente excepcional de calcio, esencial para la salud de los huesos. Pero sí podemos encontrar interesantes sustitutos. Vamos a ver cuáles son las propiedades y beneficios de cada una a la hora de perder peso.
Leche desnatada
La leche entera contiene 3,9 gramos de grasa por cada 100 mililitros, la leche semidesnatada 1,7 y la desnatada 0,1. Tomar leche desnatada no solo ayuda a reducir calorías (en torno a 35 kcal/100 ml) sino que también aumenta la sensación de saciedad si la incluimos en el desayuno. Esto es debido a su contenido en proteínas que nos ayudan a controlar el apetito entre horas. Tomar leche además reduce la ansiedad que pueden provocar las dietas y mejora el humor gracias a su contenido en triptófano, precursor de la hormona de la felicidad (serotonina). La leche desnatada, tomada en fría, es una bebida hidratante y refrescante, sobre todo en verano.
La única diferencia entre la leche entera y la desnatada se basa en su contenido en grasa y, por tanto, en su contenido calórico. La leche desnatada se considera más adecuada para aquellas situaciones en las que se quiere controlar la grasa y el contenido calórico de la dieta. La leche desnatada también se digiere mejor. En términos nutricionales, la leche desnatada también aporta vitaminas (grupo B), minerales (calcio, fósforo, magnesio, potasio, sodio) e hidratos de carbono.
Leche de soja
La leche de soja es una de las bebidas vegetales (soja seca con agua) más apreciadas a la hora de hacer dieta, por su bajo contenido calórico (en torno a 54 kcal/100 ml). Y de hecho, más que leche es una bebida de soja, una legumbre especialmente apreciada por su contenido en aminóacidos esenciales. De fácil digestión, contiene proteínas, minerales (calcio, fósforo, magnesio), vitaminas (B). La leche de soja no contiene colesterol. Las proteínas se encargan de aumentar la sensación de saciedad al tomar leche de soja, a lo que hay que sumar su contenido en isoflavonas que ayuda a quemar más grasa y a evitar su acumulación excesiva.
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